lunes, 25 de junio de 2018

UN POEMA EN PROSA DE LEER PARA TI DE SIRI HUSTVEDT




El padre cruel manda al niño tonto al bosque para que lo maten pero el asesino no puede hacerlo y lo deja libre y a cambio le lleva al padre el corazón de un ciervo y ese chico habla a los perros y a las ranas y a los pájaros y al final las palomas le susurran las palabras de la misa al oído, las repeticiones, una y otra vez al oído, y en otro lugar yo susurro en tus oídos mensajes, mensajes de mí hacia ti, acerca de la zona detrás de tus rodillas y delante de los codos y sobre la cicatriz encima de tu labio superior, de mí hacía ti aunque ahora estés lejos. Susurro, como el pájaro del cuento que te leí, repeticiones dentro de la habitación donde me tomaste. Los roles son los mismos pero cambian, siempre en movimiento, cambian imperceptiblemente como la expresión de tu cara va de una sonrisa a la seriedad inclinándose sobre mí bajo la luz tenue. Quiero entonces un cuento para ti, en su lectura, en su escritura. También heredamos cuentos, condiciones, caras, vejigas, corazones, débiles y afectados. Su corazón está rodeado de agua, se ahoga, el corazón enfermo, la enfermedad del corazón, la parte afectada, el pulso medido en ti que a veces va demasiado rápido así que tomas pastillas para desacelerarlo, para que se ponga sano y rítmico, no alterado y aleatorio como otras cosas. Te deseo un cuento en la cama donde cuelgan la luna cuando mueren los viejos para que brille siempre sobre ti y nunca pare aunque no sea luz propia sino prestada y cíclica. Me llevaré la luna, el préstamo, el robo y la transformación de grande a pequeña. La luna más diminuta, ligera y débil detrás de una nube en invierno, es la vista que elijo.


Siri Hustvedt
Leer para ti

Bartleby Editores

Traducción de Julia Piera y Chiara Merino


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