SENTENCIA
La vida
es como un péndulo.
Oscila
tenebrosa en busca de equilibrio
entre
luz y dolor, placer y llanto.
Te
partirás las uñas
pretendiendo
que pare
en la
orilla benévola,
tejerás
dioses pálidos, testigos
de
nirvanas de amor incandescente,
crearás
dulces trampas para evasión de culpas.
Pero tu
resistencia será inútil:
si llega
la quietud, es que estás muerto.
CONDENADA
No
conoces su magia ni su espanto,
pero el
mortal diluvio
del
dueño de la vida, el huidizo amor,
te
asaltará muy pronto irreductible.
Con su
vital desorden, su magnético caos,
marcará
tu destino y tu memoria,
te
dejará sin suelo y sin cordura
y sólo
quedará la enorme certidumbre
de que
nunca podrás volver a ser la misma.
INMERSIÓN
LINGÜÍSTICA
Aprendí
cuatro normas
de tu
raro lenguaje,
y me
lancé con párvula inocencia
a
garabatear
mensajes
en tu espalda.
Me
entregaste aprobados y tachones,
mayúsculas,
cursivas y negritas,
y a
fuerza de paréntesis deduje
que no
entiendo tus puntos suspensivos,
ni ese
complejo argot de tus calladas haches.
Sé que
me faltan horas
de lenta
y sustancial caligrafía,
a dos
manos y en ti,
pero
cuando la tinta
se
enreda con la piel,
descodifico
besos entre líneas y márgenes,
y no
puedo evitar
que me
tiemble la letra cuando escribo tu nombre.
LIBERTAD
REVISADA
No hay
bandera que valga un sólo muerto.
No hay
fe que se sujete con el crimen.
Enrique
Gracia Trinidad
No creo
en una libertad
que mata
a quien
piensa distinto.
No creo
en una libertad
que
exige
inflexible,
radical, rígida.
No creo
en una libertad
que
subyuga
a golpe
de fusil, dictadura o bomba.
La
libertad en la que creo
es capaz
de hacerse preguntas
y
escuchar otras verdades,
de
pedirse cuentas a sí misma
y
enderezar el rumbo equivocado,
de
construir con ladrillos de paz
vestidos
de diferentes colores.
No me
vendáis una libertad
que
aplaude grilletes ajenos.
Nací
libre por derecho propio.
Amaia
Villa
Selección
natural
Raspapook
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