LAS
DANZAS NOCTURNAS
Una
sonrisa cayó con la hierba.
¡Cualquiera
la recupera!
Y cómo
van a extraviarse tus danzas
Nocturnas.
¿En las matemáticas?
Esos
brincos y giros en espiral
Tan
puros recorren ciertamente
El mundo
para siempre; pero yo no me quedaré
Del todo
sin belleza, el don
De tu
leve aliento, el olor a hierba
Empapada
de tu sueño, lirios, lirios.
Su pulpa
no guarda ninguna relación.
Fríos
pliegos del ego, la cala,
Y la
tigridia, embelleciéndose a sí misma;
Manchas,
y un despliegue de pétalos ardientes.
Los
cometas
Tienen
tanto espacio que cruzar,
Tanta
frialdad, tanto olvido...
Así, en
pequeños fragmentos, se desprenden tus gestos,
Cálidos
y humanos. Luego su luz rosada
Sangra y
se despelleja
Al
atravesar las negras amnesias del universo.
Quién y
por qué me ha concedido
Estas
luminarias, estos planetas
Que
llueven como bendiciones, como copos
Hexagonales,
blancos,
Sobre
mis ojos, mis labios, mi cabello,
Fundiéndose
al tocarlos.
En
ningún lugar.
6 de
noviembre de 1962
Silvia Plath – Poesía completa
Traducción de Xoán Abeleira
Bartleby Editores
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