SUJETO Y
PREDICADO
Las
palabras son hirientes
o
sanadoras,
nunca
neutras.
Se
quedan ahí,
escondidas
en los
resquicios.
Llegan
tarde
y se van
muy temprano,
a la
misma hora.
Las más
conocidas,
por
familiares,
permanecen
dormidas
y
despiertan
cuando
ya
no las
esperas.
Sujeto y
predicado.
Ana
Martínez Mongay – de la levedad
Los
libros del gato negro
No hay comentarios:
Publicar un comentario