BÍCEPS, TRÍCEPS...
Había muerto
al intentar hacer la vertical
sobre dos taburetes
deslucidos, gotas de gaseosa
o sangría, manos sudadas de parejas
entre baile y baile de domingo
en las afueras, merenderos
con papelotes amarillos y guirnaldas
moradas
pero nadie aquietó el chillido
de la polea, ni dejó de girar
en la barra fija, ni el potro se
encabritó
ante los saltos temerarios de
gimnastas
artísticos
y ante el espejo, bíceps
tríceps con pesas oxidadas, material
deficiente de gimnasio de barrio
mejorar la raza
caro proyecto de prospectos
informativos
bíceps y tríceps desde las siete de
la mañana
torneros, matriceros, carpinteros
incluso herederos de tiendas de
ultramarinos,
tintorerías, accesorios eléctricos,
frutas
secas
el hijo de la farmacia cercana subía
a pulso la cuerda con media plancha
y en el verano
practicaba el amor sobre la arena con
suecas
desencantadas, de ingles blancas y
pechos breves
algo tristes, algo ricas, algo
frígidas en Suecia,
en España deslumbradas por el sol,
Spain
is different y el bíceps de
sementales
cálidos como una canción susurrada
—la niña
de Puerto Rico ¿por quién suspira?
suspiraban
rítmicamente
—inspirar-espirar-bíceps-tríceps—
o cruzaban palabras obscenas, gestos
obscenos
con muchachas algo maquilladas, medias
de hilo
y rebecas azules, rosas, tejidas en
casa, ellas
mismas aprendían corte y confección
en las ventanas
cercanas, inútilmente ruborizadas por
un sexo
imprevisto asomado a la ventana
entre bíceps
y tríceps, levantaban los ojos
curiosos
hacia la terraza
donde serios, como vegetarianos,
los partidarios de la gimnasia sueca,
niños de bachillerato, orondos padres
de familia,
aspirantes e instructores de Acción
Católica, hombres con principios y
lecturas
graduadas, el Muller, la gimnasia
sueca
y la Salud, los ritos, uno y dos, uno
dos, u ao, u ao, el profesor elevaba
las manos
hacia la neblina, sobre las tejas
grises
de verdines ilavables, bajo las
antenas, el grito
de sirenas lejanas en el puerto, en
las fábricas
las ocho y media de la mañana en la
Ciudad Condal.
Manuel Vázquez Montalbán
de Una educación sentimental (1967)
en
Poesía completa
Memoria y deseo
(1963-2003)
Introducción de J.M. Castellet
Visor
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