CUÁNTAS
PALABRAS HERMOSAS A LA ORILLA
Cuántas
palabras hermosas a la orilla ahogándose
(ya no
dirán nada) ¿Habéis reparado en las conversaciones...?
Esto es
paz o esto es vida qué horizonte tan lejano parece mentira
(decimos
sin
pensar) Esto es amor y esto soledad
Qué
bien estar solo...
...precisamos
de la auténtica ceguera para ver
O no lo
pensamos
Lo que
decimos: y hacemos poco —o
nada— para remediarlo...
Alguien
Un
poeta tal vez reprochaba a alguien (un poeta tal vez)
Que
escribiese tanto
Sobre
la Nada y el Vacío
...acaso
puede escribirse de algo que no sea
Nada
y Vacío (con mayúsculas: por más que las mayúsculas
estén
pasadas de moda...)
Quizás
de la Voluntad (no lo dudo: si nos quedase Esperanza
o si no
hubiésemos renunciado
al
futuro...) O de la Victoria
Si
hubiésemos vencido: o de la Vida si viviésemos...
...voluntad
(sí: omnipotente Voluntad...)
Y
Esperanza: también
O
Victoria
O
el Futuro (con mayúsculas incluso) Atractivos
Sin
duda —e interesantes— y muy bellos
Y
muy adecuados temas para la poesía (y para huir) O para no
escribir
De
la Nada y del Vacío
Y
de nuevo —vedlas: ahí— las palabras ahogándose a la orilla...
Ni
un paso adelante nadie a salvarlas (ni siquiera los socorristas
profesionales
desde sus atalayas
aunque
ya no ondea —desde hace tiempo— la bandera
[roja
en la curva
del
acantilado...)
Matías
Escalera Cordero
Versos
de invierno
(para un
verano sin fin)
Amargord
Ediciones
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