Donostia, septiembre de 2016 por Pablo Müller
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Cuando el miedo encuentra a los otros miedos en
silencio,
el jefe regional de ventas llora sin consuelo
en el interior del coche parado, en el aparcamiento
a la puerta del Patronato Municipal de Deportes
de Donostia – San Sebastián.
Líbranos padre patrón de las lágrimas
frente a los expectantes clientes,
líbranos canalla atención de la inconsistencia
de los mensajes de ánimo,
líbranos padre líquido de esa parte limpia del
olvido,
haz que podamos imaginar los mejores recuerdos,
los mejores sonidos que anuncian las
actualizaciones
de los mensajes en el teléfono móvil.
Líbranos padre miedo de la ingratitud,
incluso de la desmemoria de las gracias,
pues cada silencio es un hueco
que se ofrece a la soledad,
una grieta perfecta para el transcurrir de los
insectos,
para la llegada
de la mejor muerte.
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