*hermana
A Virginia Moreno
está la vida entera dentro de su saco
vitelino / brilla el bisturí ahí afuera tras la piel de la madre /
dentro un espejo negro que la luz corta y así se derrama sobre él /
de puro virgen / el agua sucia del quirófano / espejo negro donde
gira una espiral de blancos estambres y limpios pistilos que teje el
parentesco: / dos brazos, dos ojos, un corazón que bombea ante una
cesárea y ya tu tacto fue el primero / y por un instante vencida
quedó la balanza que éramos / y tú mirabas a la vida y nadie pudo
hacerte llorar / dulce inexistencia dice
que hay un millón de pasos entre
nuestros cuerpos ahora y aunque es un placentero paseo caminarlos /
una exuberancia vegetal va borrando el sendero y alza lo pálido su
amarillo en su ansia de tormenta que lo rebobine hacia el encuentro
iluminado por relámpagos / y que llueva de nuevo la nada / para que
la mitosis refresque nuestras células mellizas nuestros cuerpos
suspendidos de aquel caldo primitivo / ese líquido amniótico lleno
de criaturas abisales / de protozoos virus y microbios / todas
flotando en la violenta paz del origen / no sois lo que
esperabais, pero ¿quién? dice
que vas por dentro trazando la línea
entre el cielo y el agua y así reflejada / sufres lo que sufro al
intentar a diario saltar sin soltura a la comba de luz que dibuja el
sol en su caída / que ya no hay cetáceos que nos eleven con sus
chorros / ni acantilados en los respaldos de los sofás sobre los que
jugarnos la vida a la cabeza más dura / que ya tu mano queda lejos
del calco aquel de las líneas del destino que en la noche nos
hacíamos sin saliva / tañendo la piel contra la piel / llamadas por
el sueño y hoy nos miramos en la danza retorcida de este calvario
con peldaños de negro barro / una colina es un cadalso para las que
se aman desde lejos / al que vamos ascendiendo cada vez más robadas
de la cara el color y en los ojos una bandada de rosados flamencos /
sigue rebuscando entre la salmuera y no hay otra / cada una por su
lado hemos de aprender / a doblar con cuidado nuestros monstruos
antes de guardarlos en el armario / ya no recuerdas aquel verano
en el que dejasteis de ser niños dice
un espejo frente a otro / su pasillo
infinito / así unidas cruzaremos el umbral sin ser llamadas / porque
nunca se puede llamar a quien no se espera / porque no hay espera en
el amor / tan solo un continuo reencuentro / dos frentes que se
tocaban al calor de la sorpresa de saberse vivas antes de nacer / de
estar viviendo juntas al otro lado de lo no vivido y sentir que en
ese no ser / lo éramos todo / así es ahora / con este abrazo /
hermana
David Trashumante
Apenas
ya lo dijo casimiro parker