Escribir
para saber qué es la poesía. Aproximarse lo más posible como una
mano se acerca al fuego, como un niño que aprende a hablar.
La
poesía se dona, generosa y desinteresada, como el amor.
El
poema, si es verdadero, ha de ser de todos, como el pan.
La
principal virtud que ha de cultivar un poeta, junto con la
perseverancia, es la paciencia. Saber esperar.
El
poeta valida lo que escribe siguiendo el vuelo de un pájaro.
El
poema es un cálculo inmediato, inconsciente, de improbabilidades.
El
poema en los ojos de quien sabe mirar.
Siente
la sal. El corazón galera y el estómago isla. Siente la noria del
pan. Siente el invierno. El siglo veintiuno entre las páginas de un
libro por escribir. La poesía buscando el faro, siendo el faro. Ese
círculo, esa historia. Esa palabra encerrada en sí misma como la
palabra amor.
La
ciencia de lo inútil
Juan
Manuel Uría
Ediciones
Trea
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