En los polígonos, abril 2016 por Pablo Müller
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«Este es un juego peligroso, ya no
quedan buenos ni malos, tan solo el amor como acto de rebeldía.»
Uberto Stabile
Equivoqué
el enemigo, lo busqué al otro lado,
—de la
barra, del vaso, del río, de la frontera—
y en ese
error yerra el esfuerzo
—esa
lucha contra otro, no yo, como yo—
el
enemigo estaba dentro:
era yo
mismo y de no verlo, se hizo grande
y
ceremonioso, se hizo astuto, y encantador.
El día
que lo confesó me miró tan triste como yo estaba
y dijo
que lo sentía mucho,
que
estaba cansado, y era verdad,
ese
cansancio no me dejó moverme,
ni tan
siquiera para un abrazo.
Muy bien tirado.
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