Las puertas de la acería, por Pablo Müller |
«El verdadero dolor que mantiene despiertas las
cosas
es una pequeña quemadura infinita
en los ojos inocentes de los otros sistemas.»
Federico García Lorca
Recién
salido del naufragio de sangre,
hermano,
tienes tanta nieve en los ojos,
en las
manos que la primavera
se suspende
como el fuego de los hornos
altos, luz
que guía a los barcos del norte.
Recién
salida la niña ahogada del pozo,
hermano, la
guerra avanza con los pies
de cemento
y herrumbre, el agua
emponzoña
el final del día y su descanso
huye a los
muelles sin mercantes.
Entre los
dos puertos, hermano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario