Billund, Dinamarca, agosto de 2016 por Pablo Müller
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«¿Quién es mi padre en este mundo, en esta casa,
al pie del
espíritu?»
Wallace
Stevens
Sabe la piedra que golpea del dolor que acompaña,
—no somos muy distintos al mineral de la tierra—.
En la ventanilla del Banco cambio billetes alemanes
con los que beber hasta la caída, así me recojan
de madrugada los panaderos.
La certeza y la incertidumbre son animales que
comparten
el prado y el bosque, los barrotes de hierro
que protegen las ventanas más bajas
y la lenta espera en las oficinas del no y la
usura.
Sabe la piedra que golpea sin certeza, en la
renuncia
y descansa.
Échate un buen plumas, que los panaderos hace tiempo que no recogen borrachos (está en el convenio). Un abrazo.
ResponderEliminarTxisko Mandomán Xego, en facebook
Bueno... siempre quedan panaderos compasivos que no aceptan los convenios, y poetas poco convencionales...
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