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Teléfonos en la basura Alfaro 2012 por Pablo Müller
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A
Mercedes Navarro
in
memóriam
A las afueras de Split, en Croacia,
Pablo Müller tenía una cama, y un
contestador automático,
tenía un Land Rover viejo y una nevera
con una botella de rakija dentro
por si llegaban visitas.
Un día la voz de Mercedes Navarro se
quedó quieta,
en el contestador, como las farolas recién
encendidas,
¿tienes sitio?
¿pueden ir?
Pablo Müller conducía por un túnel
entre Zenica y Maglaj.
Eran los días largos de abril y los
perros ladraban hasta
tarde la llegada de los forasteros.
Lo siento, Mercedes, estaba fuera,
Gracias, Pablo, Nos arreglamos,
Pablo Müller olvidó borrar el mensaje.
Suena la voz de Mercedes Navarro en el
contestador,
suena cada vez que das a la tecla play,
suena cada vez que dejas un mensaje.
En Mostar oeste, Mercedes Navarro
tenía una oficina, un teléfono y un vecino excombatiente HVO,
una tarde de mayo visitó la casa loco
de rabia y disparó muchas veces,
su kalashnikov,
“aquí murió Mercedes, en esta silla”
le dijeron semanas después,
¿quién se atreve a borrar la voz de
Mercedes Navarro?
en las noches últimas de verano se escucha
¿tienes sitio?¿pueden ir?
y se abre la botella de rakija,
se bebe en silencio
por los que quedamos,
por los ausentes,
por el cuidado con el que aparece
el recuerdo
con los años.
Mercedes Navarro, trabajadora de
Médicos de Mundo fue asesinada el 29 de mayo de 1995 por su vecino, un
excombatiente del Hrvatsko Vijeće Obrane (HVO), las milicias
croatobosnias.