lunes, 30 de noviembre de 2015

CONTRA EL MIEDO


Prólogo Ibon Zubiela
Amargord Ediciones
ISBN  978-84-944689-8-8
Páginas 104
Precio 12€



Mi amigo poeta Ibon Zubiela ha escrito este generoso prólogo a Contra el miedo, el libro de poemas publicado por Amargord Ediciones. Lo comparto:

En este tiempo que nos toca vivir, ayer es historia, y la fugacidad y la prisa alcanzan su plenitud en todos los ámbitos (comida rápida, noticias que no son más que titulares sin contenido, relaciones virtuales e inmediatas, devoramos paisajes, personas...) todo es y debe de ser inmediato, es por ello que encontrar un libro como “Contra el miedo” es una satisfacción y un acto de insumisión. Porque “Contra el miedo” es un libro que se sienta en el tronco del mundo para invitarnos a recordar y a superar nuestros propios miedos, un libro que da un valor real a la vida, más allá de los modelos impuestos. La última trinchera, un ejercicio de memoria comprometida con el pasado, pero también con el presente y el futuro, en contra del olvido y de repetir los errores, instigándonos a andar y a hacernos un poco menos malos, mas humanos.
“Contra el miedo” desde el mismo título nos invita a la rebeldía, a no conformarnos con los limites (los propios y los impuestos) y a rescatar el olvido, pero no un olvido vacío de costumbres caducas, sino una memoria vital y llena de sentimientos.
“Contra el miedo”  es un libro sobre la vida de todas, un elixir contra el miedo y el dolor y a favor de la memoria; “es la herencia de nuestros antepasados que acarrearon las piedras, pintaron imágenes, pagaron diezmo o decidieron levantar iglesias altas, tan altas para acercarse a un cielo que estaba en otro lugar. Rastrea la huella del trabajo en la piedra hecha sillar: es el tosco andamio puesto para alcanzar la bóveda -hoy desaparecido- el único imprescindible para construirla y esa es la memoria que debemos”. La memoria de lo que fuimos y somos, la memoria que nos recuerda un pasado no tan lejano que quieren que olvidemos o peor, que nos quieren contar como no fue, porque en verdad, eran tiempos de “cunetas” y “fusilados” de exilios y “ferrocarriles con lágrimas negras”, “era difícil respirar en aquellos tiempos” y aun nos dura la falta de aliento. En él encontraremos nuestros reflejos frente al espejo de los años, encontraremos a la mujer y su verdadero papel en toda su dimensión y amplitud, encontraremos los usos y costumbres, encontraremos los castillos de la memoria y lo que realmente fueron, encontraremos a nuestros abuelos y abuelas, encontraremos caminos transitados y los que nos queda recorrer.
Aunque pudiera parecerlo, “Contra el miedo”, no es un libro triste, sino es un libro lleno de esa melancolía en la que subyace una esperanza individual y colectiva, invitándonos a ver más allá de lo inmediato y del horizonte, proyectando el pasado hacia el futuro como emblema de cambio, para romper las cadenas y aprender a volar.
Y eso es así, porque Pablo Müller es un poeta con alas, pero aferrado a las raíces, con paso corto y mirada larga. Porque es un poeta que pisa suelo cada día, pero no las alfombras rojas y sus destellos de neón, sino un poeta que prefiere pisar el barro para dejar huella. Un poeta que sabe quién es, de dónde viene y a dónde quiere ir. Pablo no se esconde en los convencionalismos, ni utiliza el pasado como escudo, sino que desde la humildad y el compromiso nos invita a reinventarnos en cada aliento con la responsabilidad y la militancia de quien cree en lo humano.
Si esto fuera poco, todo ello lo consigue con un lenguaje sencillo y directo, en el que se destilan y olfatean las influencias de los autores de los que Pablo bebe y se alimenta, pero desgranando cada verso sin límites ni fronteras, con una voz propia que nos exhorta a los interrogantes del tiempo, las dudas y los miedos.
Así que antes de empezar a leer, siéntate sin prisa, despójate de lo aprendido para zambullirte en los versos rebeldes de Pablo Müller, sabiendo que lo importante es disfrutar el camino.


Ibon Zubiela Martín


miércoles, 25 de noviembre de 2015

HACIÉNDOSE MÁS DIFÍCIL VIVIR


Bilbao, noche, septiembre, 2015 por Pablo Müller


«el sonido de las olas es semejante al silencio»
Leopoldo Mª Panero

Dice que
va haciéndose más difícil vivir
en la ducha
cuando aún no es de día
y se escribe con urgencia de médico,
sin tomar asiento,
—diálogo con los pasos en la madera—
en el pasillo junto a las escaleras
que tienen las casas y los libros,

la gata se llega a la puerta en silencio
y tras el cristal anuncia:
va haciéndose más difícil vivir,
y cierra el libro de Panero
para ver esta alegría.



viernes, 20 de noviembre de 2015

QUEDA ESCRITO


En el camino, noviembre 2015 por Pablo Müller



«queda ya escrito,
sobre un papel fantasma el único poema.»
Leopoldo Mª Panero

El último río es esta escarcha
que nos comba los árboles, limpia
la mesa de la intemperie, dice
a la gata que cuida la casa
que es ahora la gratitud del frío.

Así los libros van haciendo
viejas las tablas de las estanterías
y dentro el apunte de los días,
el lugar que fue de la lectura
se borra con la presteza pureza
de la indiferencia.



domingo, 15 de noviembre de 2015

ESE


Las manzanas del padre, noviembre de 2015 por Pablo Müller



Ese hombre ya no es tu padre,
esa noche mojada en el orín del miedo,
ese hombre golpea al viejo del espejo,
ese ahora rompe el armario donde escondía los juguetes,
ese no quita el plato de la mesa,
tuyo en tu misma memoria,
ese padre arranca los últimos manzanos,
ese hombre dice la mujer cansada, ya no es tu padre.


Ese no es tu padre.



martes, 10 de noviembre de 2015

PERFIL INASIBLE DE UNA HOGUERA


Acción directa, Basauri, octubre de 2015 por Pablo Müller

«perfil inasible de una hoguera »
José Viñals



Desaparece un Boeing 777 entre las manos de la mujer vecina
de la muerte y el alcohol que nos bebe a la noche en el viejo puerto,
en Split, Croacia, qué podemos decir a la mosca que besa
los labios del policía y su simulacro, ven dice,
entre la leche y el vinagre, a la luz apagada de los viernes,
fiebre en el “perfil inasible de una hoguera”

Un 24,3% de la población activa
es incapaz
de encontrar
un trabajo en España.

Bajo la ciudad hay otra subterránea y olvidada,
en ocasiones alguien sube, ve la luz y su correspondiente
sombra — esta es la que se llama pánico — ,
¿qué puerta puede separarnos?




jueves, 5 de noviembre de 2015

EL RUMBO

La casa, diciembre de 2014 por Pablo Müller


«A cambio te dé el rumbo
de un rayo que me sobre.
Tú, pájaro nocturno,
me guardes de la noche.»
Esther Giménez


Cada noche una farola
señala los pasos de vuelta,
cada año una gata recoge
la esquina entre las piedras:
gatos diminutos al rato de la vida
miran asustados — este miedo —

Las hormigas toman
como alimento el limonero,
el camión de la basura
hace despertar una mañana,
un libro que pasa sin leer
de una casa a otra y ahora se abre.

En el rumbo no hay pasado,
los pasos de esta noche
son los otros, así cada poema

inaugura un mundo nuevo.

domingo, 1 de noviembre de 2015

PAISAJE DE NOCHE CON LUCES ESCONDIDAS EN LAS CALABAZAS


Calabaza con luz, noviembre 2015 por Pablo Müller



«El poema, como el paisaje, es el lugar donde se nos permite hablar con los muertos; también donde se nos permite sentir el dolor.»
Olvido García Valdés


Me pregunta mi hijo para que se ponen luces
dentro de las calabazas, le respondo, lo he leído:
para que los muertos reconozcan el camino de vuelta
a su casa, donde aún los recuerdan, esperamos,
me dice entonces que lo entiende, pero,
por qué no se deja la luz fuera,
para qué encerrarla en el hueco de una fruta
vacía.


Tengo que pensarlo.
Se me ocurre que tal vez para proteger la luz
del viento y de la lluvia.
Así lo digo. Asiente mi hijo:
para que siempre esté la luz, concluye.

Siempre.