Tarde de agosto por Pablo Müller, en Pollos en 2011
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El niño anda en la habitación abierta
hacia la luz del color de las naranjas
la mujer acostada tiene los ojos
en la danza de sus pies pequeños
tarde de agosto que escapa al negro
— el pensamiento la mujer enferma —
recogido entre las voces: — música
de conversación — si hay un cuadro la mujer
es el centro
alegre el timbre tono de sonrisa
acaricia la mujer echada los ojos
cansados al hilo del paso del niño
audaz al final de la jornada
sabes que será incapaz de atrapar
el gesto que ofrece su mano
— roce de polilla cansada —
para escapar de sus dedos sin fuerzas
detrás del objeto brillante
hay olores de jabones de frutas de maíz
tostándose al sol de verano
en la mirada de la mujer tumbada hay una certeza:
la vida es la mano de un niño
descubriendo un rincón nuevo
asiendo el tacto del pensamiento
el color de la tarde es el de las naranjas
remate en la ventana de la habitación
camino de la noche.
Setiembre 2002 – Octubre 2011
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