sábado, 8 de septiembre de 2018

CAYUCOS UN POEMA DE ISABEL GARCÍA HUALDE




CAYUCOS


Nada ve quien no quiere mirar

multitud de ojos brillantes
se deslizan en un mar metalizado
renunciando a morir

escucha cómo la noche
traga sus voces y se retira
su identidad teñida de rojo
               —lástima

algunos alcanzarán el desamparo de la costa
(la luna delata la blancura de sus dientes)

agazapados en la noche
contemplan la luz violenta
           que define la ciudad
y aún creen en los milagros y los rezos

y el ojo cegado permanece inmutable
deshaciendo el vendaje de las horas
suponiendo
           en éxtasis
el alborozo de los pájaros

blanco y divino
se desliza en la eternidad
y a cada instante se reconstruye
ignorando en los titulares de prensa
la arquitectura
           desgarrada
                de la muerte.


Isabel García Hualde
El ojo cegado

Ediciones Eunate


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