viernes, 30 de abril de 2021

FINAL DE TRAYECTO DE KEPA LUCAS

 

 

 

 

FINAL DE TRAYECTO

 

 

 

¿Por qué ha desaparecido el paisaje?

“El tren ha llegado al final del trayecto,

lo ha detenido la fuerza de la hierba”.

¿Somos demasiados viajeros para este lugar?

“Os aseguro que a nadie le faltará

su zona secreta de bosque”.

¿Qué salvoconducto nos facilitará

la convivencia con los ya establecidos?

“Talaron el cerezo junto a mi casa

y me olvidé dónde vivía”.

¿Qué nuevas leyes deberemos incumplir?

“Hay un roble sin rango y sin historia,

al que no es necesario venerar”.

¿Qué haremos cuando nos hagamos preguntas,

apoyados de noche en las ventanas?

“No oiréis ni siquiera el motor de vuestra mente”.

¿La brisa transportará más gemidos que lamentos?

“Aquí sólo queda intimidad

en el envés de las hojas”.

¿A qué edad partiremos de regreso?

“Ahora mismo empezaréis a comprobar

que ya no queda nada que olvidar”.

 

 

 

Kepa Lucas

Final de trayecto

Poemas (1980 – 2020)

 

Punto Rojo


jueves, 29 de abril de 2021

PODER UN POEMA DE EL UNICORNIO NEGRO DE AUDRE LORDE

 

 

 

 

PODER

 

 

 

La diferencia entre poesía y retórica

es estar

dispuesta a matarte

en vez de a tu prole.

 

Estoy atrapada en un desierto de heridas de bala que no cierran

y un niño muerto arrastra su destrozado rostro

negro por el borde de mi sueño

la sangre de sus hombros y mejillas perforadas

es el único líquido en kilómetros y mi estómago

se revuelve cuando imagino el sabor

al agrietárseme los labios resecos

sin lealtad ni razón

sedientos de la humedad de su sangre

que se hunde en la blancura

del desierto donde estoy perdida

sin magia ni metáforas

tratando de convertir tanto odio y destrucción en poder

tratando de curar a besos a mi hijo agonizante

solo el sol blanqueará sus huesos más rápido.

 

El policía que disparó a un niño de 10 años en Queens

se detuvo junto al chico con los zapatos en la sangre infantil

y una voz dijo: «Muérete pequeño cabrón» y

hay grabaciones que lo demuestran. En su juicio

el policía dijo en su defensa

«No me fijé en su tamaño ni en ninguna otra cosa

solo en su color» y

hay grabaciones que también lo demuestran.

 

Hoy han soltado

al hombre blanco de 37 años con 13 años de servicio

lo hicieron 11 hombres blancos que se dijeron satisfechos

de que se hubiera hecho justicia

y una mujer negra que dijo

«Me han convencido» es decir

que habían arrastrado su complexión de mujer negra de 1,47 cm

por las ascuas de cuatro siglos de aprobación masculina blanca

hasta hacerla renunciar al único poder real que tuvo

y ella cercó su propio útero con cemento

para hacerles un cementerio a nuestros hijos.

 

No he sido capaz de tocar la destrucción que hay en mí.

Pero a menos que aprenda a usar

la diferencia entre poesía y retórica

también mi poder fluirá corrupto como moho venenoso

o yacerá laxo e inútil como un cable desconectado

y un día tomaré mi enchufe adolescente

y lo conectaré al tomacorriente más cercano

violando a una mujer blanca de 85 años

que es la madre de alguien

y al molerla a palos e incendiar su cama

un coro griego cantará con un compás de 3 por 4

«Pobrecilla. Nunca hizo daño a nadie. Qué bestias son».

 

 

 

Audre Lorde

El unicornio negro

 

Traducción de Jimena Jiménez Real

 

Torremozas


miércoles, 28 de abril de 2021

JUAN LARREA EL HOMBRE AL QUE PERSEGUÍAN LAS PALOMAS DE JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA SOTA

 

 

 

 

El hombre que en los últimos meses de su vida escribió Veredicto, más que el protagonista de una historia que tocaba a su fin, se sentía espectador privilegiado de un suceso enigmático. La vida se estrechaba, pero él seguía viendo con sus ojos más allá y más arriba. Tenía un cáncer de estómago. Un tumor de cuya malignidad no tuvieron que explicarle los médicos. Sabía que su tiempo se acababa y, sin embargo, quizás porque su nieto continuaba junto a él. aceptó que le operaran en el hospital Santa Rosa de Córdoba. Resistió veinte días entre sueros, catéteres y sondas. Veinte días —contó Cristóbal Serra— de «lúcida agonía». Dicen que recibió pocas visitas a lo largo de aquellas semanas. Murió el 9 de julio de 1980 a las dos de la tarde. Su cuerpo fue trasladado directamente de la cama del hospital al crematorio, sin ceremonia de ninguna clase, como un perfecto hereje. Puede que antes de arder para siempre, el hombre al que perseguían las palomas escuchase una voz que le decía: «Levántate y vuela.»

 

 

 

José Fernández de la Sota

Juan Larrea

(El hombre al que perseguían las palomas)

 

Ediciones El Gallo de Oro


jueves, 22 de abril de 2021

UN POEMA DE CONFÍA EN LA GRACIA DE OLVIDO GARCÍA VALDÉS

 

 

 

 

la inquietud del ser vivo, piensa, no es

inquietud, el picoteo del carbonero

en el balcón, donde nada hay

que comer, las idas y venidas

del gato, el temblor de los árboles

sin brisa, solo ser vivo, no

inquietud, el celindo blanco de flores y

el suelo blanco al otro lado del arroyo

que parece y no es nieve, vilanos

y vilanos, el repetido sonido

del gorrión, ni siquiera la noche

es inquietud, aunque sombrío

lata inquieto en ella el animal

 

 

 

Olvido García Valdés

Confía en la gracia

 

Tusquets editores


lunes, 19 de abril de 2021

LA POESÍA DE JUAN LARREA DE ROBERT GURNEY

 

 

 

 

La principal premisa subyacente sobre la que se basa la poesía de Larrea es una fe inconmovible en una realidad espiritual: «La Realité nous entoure». Paradójicamente, muchos de los poemas parecen describir una angustia religiosa similar a la de quien ha perdido su fe en la realidad espiritual y anhela recuperar esa fe perdida. No es así. La angustia en la poesía de Larrea deriva de un conflicto entre un sentimiento de tener una existencia personal carente de significado y la certeza de que hay un sentido en el universo. El ansia que los poemas expresan es de ser incluido en un universo significativo. […]

Larrea debe, finalmente, ser descrito, para usar su propia expresión como «un místico de la poesía».

 

 

 

Robert Gurney

La poesía de Juan Larrea

 

Traducción de Juan Manuel Díaz de Guereñu

 

Servicio Editorial Universidad del País Vasco


viernes, 16 de abril de 2021

CONSIERANDO EN FRÍO UN POEMA DE CÉSAR VALLEJO

 

 

 

Considerando en frío, imparcialmente,

que el hombre es triste, tose y, sin embargo,

se complace en su pecho colorado;

que lo único que hace es componerse

de días;

que es lóbrego mamífero y se peina...

 

Considerando

que el hombre procede suavemente del trabajo

y repercute jefe, suena subordinado;

que el diagrama del tiempo

es constante diorama en sus medallas

y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,

desde lejanos tiempos,

su fórmula famélica de masa...

 

Comprendiendo sin esfuerzo

que el hombre se queda, a veces, pensando,

como queriendo llorar,

y, sujeto a tenderse como objeto,

se hace buen carpintero, suda, mata

y luego canta, almuerza, se abotona...

 

Considerando también

que el hombre es en verdad un animal

y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...

 

Examinando, en fin,

sus encontradas piezas, su retrete,

su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...

 

Comprendiendo

que él sabe que le quiero,

que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...

 

Considerando sus documentos generales

y mirando con lentes aquel certificado

que prueba que nació muy pequeñito...

 

le hago una seña,

viene,

y le doy un abrazo, emocionado.

¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...

 

 

 

César Vallejo

Antología poética

 

Edición y selección de Antonio Merino

 

Colección Austral

Editorial Espasa Calpe


 

miércoles, 14 de abril de 2021

пятнадцать UN POEMA DE ENREDADERA RUSA DE JOSEFINA BIANCHI

 

 

 

пятнадцать (1)

 

 

 

Los barcos desaceleran para frenar

se hunden de a poco; los aviones flotan, caen.

La cima de la montaña es sólo cima,

el agua es superficie y el paisaje, difuso.

Las vistas panorámicas son panorámicas

porque todo se empequeñece.

 

Pensaba en estas cosas mientras esperaba

en el hospital, el vacío no es propiedad

de nadie y solo puede crecer

 

esperé tanto que las sillas de metal

me eran conocidas, las puertas vaivén

que separan la lentitud de la guardia

del concepto formal de urgencia

decían algo. Esto es algo que solo puedo

entender yo. Es casi un sueño

 

y todos los caminos para llegar a casa

venden cosas brillantes, inútiles y baratas

las sillas de metal en la sala de espera

decían todo puede florecer

y ni siquiera tengo hijos

solo paciencia o inercia, en esta sala

 

¿cuáles son las herramientas del jardinero?

 

preguntale a cualquiera

un corazón es solo tierra y el cuerpo

esperé tanto que por alguna razón

mi respiración se volvió parte

de las sillas de metal, del aire que corre

entre las puertas que dividen

lo urgente de lo importante, que dividen

el silencio de los barcos que se hunden de a poco

y de los aviones que a lo lejos están cayendo.

 

 

 

Josefina Bianchi

Enredadera rusa

 

Ediciones Liliputienses

 

(1)    Quince


 

lunes, 12 de abril de 2021

UN POEMA DE PUERTO OSCURO DE MARK STRAND

 

 

 

 

XXV

 

 

 

¿Lo que existe es acaso un recuerdo de la época

de la gran nada y la honda noche sin estrellas,

el tiempo antes de que empezara el universo?

 

Cuando nos miramos y no vemos nada,

¿no es acaso la confirmación de que somos menos

de lo que salta a la vista y encarnamos algo de

 

la noche de nuestros orígenes, y no es todo

un poco menos de lo que salta a la vista, recordándonos

que nuestra ignorancia se comprueba en la nada

 

a la que rinde honores? ¿Y no es cierto que

la pérdida de la memoria es la fuerza más poderosa

en la formación de la cultura, que el pasado

 

siempre es simplificado para hacer lugar

al presente? ¿Y no estamos más interesados

en lo que pudiera suceder o lo que sucederá

 

que en lo que ya ha sucedido, y así miramos hacia

la oscuridad e imaginamos una plenitud en la que

somos las estrellas, igual al vacío

 

del origen, haciéndonos nacer una y otra vez,

alzándonos de entre las ruinas o cenizas

del pasado? Nuestras imágenes hacen arder un camino

 

que nuestros pobres cuerpos deben seguir. Y el viento

que sigue es el viento perfumado de la primavera

que promete mucho, pero se conforma con el verano.

 

 

 

Mark Strand

Puerto oscuro

 

Traducción y prólogo de Adalber Salas Hernández

 

kriller71ediciones