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sábado, 23 de abril de 2022

MUJER MIRANDO AL SUR UN POEMA DE NUNCA ESTUVE TAN ALTA DE JUANA CASTRO

 

 

 

 

Mujer mirando al sur

 

 

 

Mi abuela se sentaba al sol

esperando la muerte

al sol vestida de luto con sesenta

años la sentaban

en la silla de anea

cada día a esperar

la muerte.

Siete hijos mi abuela pero

no conoció varón.

 

Cuando quise

preguntarle a mi madre mil pedazos

autistas me miraron sin verme.

Madre y virgen mi autista

rasgándose en el frío

estudia hija estudia

la mano el libro el chocolate

el cuerpo

el cuerpo las estrellas el bosque

las palabras el cuerpo

la película el vino la carne

del melón rajando mi garganta

relámpagos el zumo la sandía

no se hace eso no se hace

las siestas y las sábanas

mi secreto

pecado solitario.

 

La vela que en mi mesa

se agota y se deshace

también llega a su fin.

Pero el cuerpo esta savia

venida de mi madre de mi abuela

me explota aquí en las sienes

en el sol y en la sangre

la granada

que es una y mil granadas

licuándose

calidoscopio azul mis dientes

el clítoris la luna la vagina

los limones candelas

ese tronco de encina quemándose

mi cuerpo

que no se apaga nunca

que no se acaba nunca

 

mi brindis

ese brindis de autista para siempre.

 

 

 

Juana Castro

Nunca estuve tan alta

 

Sabina editorial


miércoles, 26 de agosto de 2020

CÍRCULO UN POEMA DE NO TEMERÁS DE JUANA CASTRO


 

 

 

CÍRCULO

 

 

 

Aquí está mi camino, mi verdad,

la vida toda

resumida en el ángel.

Trigo mío, cabello

del color de la mies y la langosta.

Un racimo

de dátiles tu tez bajo la exacta

medida de mis dedos. Bucles tiernos

de sol para mis manos estas

barbas en flor que maduraban

como piel de limones, todavía

tan niñas. ¡Qué hondo el río tan hondo

azul de tus pupilas creciéndole al desierto!

¡Retiraos al fin todos, no queráis

interrumpir su sueño!

Y duerme tú sin miedo, madre espiga,

mi sueño, mi alamar, mi niño mío…

Nada temas, estoy

aquí para velarte. Y si sola una gota

de miel se deslizara de tus labios,

yo su dulce

soledad le robaría a la luna.

 

 

 

Juana Castro

No temerás

 

Torremozas


sábado, 28 de septiembre de 2019

AJUAR UN POEMA DE JUANA CASTRO




AJUAR



Una navaja siempre a mano,
colgada del delantal o en el bolsillo.
Igual corta las setas, los cardillos, las fieras
tan verdes del arroyo
que el pan en rebanadas del almuerzo.

Al casar una moza,
su regalo primero la navaja.

Escarba criadillas y collejas,
simula gorrioncillos y pequeñas cariátides
si tala las bellotas,
o pincha una tajada
de magro y en la cena
le alarga pedacitos a su niña.

Con navaja y cuchara ya el cubierto
al tajo y en la mesa.

Pelar un higo chumbo
y al gallo rebanarle el resuello,
la madre de familia
madura con navaja.

Doméstica y cerril,
fulgurante y sencilla,
primorosa.
Hoja bien afilada, recias cachas.

Una moza ya está
puesta de largo
con su fértil navaja.



Juana Castro
Antes que el tiempo fuera

Ediciones Hiperión