domingo, 14 de octubre de 2018

TRES POEMAS DE CALLE LENTA DE JUAN ANTONIO BERMÚDEZ




BIENAVENTURADOS LOS ERRANTES


Porque esta tierra es hosca y tiene espinos
que hilvanan con alambre las desgracias,

porque en invierno hay trampas y cartones
en los labios del metro y en las curvas,

porque hay graves bocinas que nos riñen,
porque hay relojes sucios muy roedores,
porque hay ceniza fría que fue carne,

porque a veces el suelo se cuartea,

saldemos los diplomas y los ídolos
en el umbral del templo más lujoso

y bienaventurados los errantes,
los que viajan sin mapa, sin destino,
los que aman sin urgir el estertor,
los que brindan su paz y hacen ofrendas
sin esperar a cambio el paraiso.


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JONÁS


Jonás,
que cumplirá 40 en 2015,
cruza el vientre del mundo en bicicleta:
la avenida de bruma y remolinos;
las callejas desiertas todavía;
el colegio vacante; el bar opaco;
el tráfago que funda los mercados;
los puentes y los parques; el aliento
de las panaderías y las fábricas.

A esa hora, camino del camino,
camarada de nadie en el semáforo,
los pies en los pedales, sin fatiga,
sin prisas y sin rumbo, va Jonás,
que cumplirá 40 en 2015.


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HULOT, QUERIDO TÍO


Hulot, querido tío,
vivimos en trincheras, enchufados
al canto de los mapas,
pero solos.
Dudamos del vecino,
nos cortejan sirvientes espectrales
y animados medrados
en la furia.
Con extraviados ojos,
jugamos a la bolsa y a la vida
en plasmas que destiñen
hemorragias.
Las ciudades se calcan,
el cemento uniforma los distritos,
cada vez es más caro
ver las estrellas.
Vamos de un sitio a otro
raudos, acorazados, aturdidos,
peces de zinc en fuga
del colapso.
Y sin embargo, a veces,
cruzamos el umbral de una taberna
dispuestos al encuentro
de la vida.
Y ahí estás, desgarbado,
con tu torpe ademán de tarambana,
probando que no todo
está perdido.



Juan Antonio Bermúdez
Calle Lenta

Planeta Clandestino
Ediciones del 4 de agosto

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