domingo, 9 de abril de 2017

escena uno interior cocina - un poema de Valeria Román Marroquín




escena uno interior cocina

«Mãe e filha são como duas árvorea que estão perto: vivem e morrem das sombras que fazem uma à outra recíprocamente.»
Adilia Lopes

aspiro la grasa de las ventanas de la cocina mi madre la tiene
pegada en su nariz el tiempo la obligó a acostumbrarse
a no quejarse
a no sentir la falta de aire
la grasa ocupa sus palabras ocupa el espacio entre nosotras
y poco a poco se forma un puente
ahora es ella quien tiembla
enferma quien extraña el peso de su estómago

los ciclos se van cumpliendo
la sopa se prepara
y ya no es mamá quien mueve la cuchara
sino yo
con las manos hundidas en el agua hirviendo
ambas probamos la sopa siete veces antes de hablar
ambas tratamos de usar un idioma común
pero en nuestras bocas no hay palabras
está la falta de sal
la falta de luz
la falta de tiempo

ahora soy yo quien pone
las cucharas / los tazones / cada una usa una mano diferente para clavar los cuchillos
pero tenemos el mismo pulso flojo
ahora es ella quien mira detrás de mi hombro

me dice que los miedos no se crean ni se destruyen
se transforman
se heredan
hierven a fuego lento
y sabe que me ha enseñado bien
aunque yo no lo sienta así aunque no lo quiera comprender


Valeria Román Marroquín – Age of consent

Ediciones Liliputienses





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