jueves, 27 de septiembre de 2012

COMO SI NO ME HUBIESES MUERTO


Iguazú, agosto de 2005 por Pablo Müller


“como si no hubiera muerto, como si no me hubieses muerto” 
Juan Carlos Mestre

   Domingo Bermúdez subió a un barco hacia mediados de los años veinte del siglo veinte, — pasado siglo — camino de New York. Dejó a la madre muerta, en el dolor al padre, en el miedo a sus hermanos pequeños, pero su hueco era alivio: el duelodolor traspasó el mar atlántico en sus bolsillos.


Las calles, sus nombres y la iglesia, por Pablo Müller



“De espaldas a la historia natural de la felicidad”
Juan Carlos Mestre

   En Suiza ya no hay relojeros. A finales de los mismos años veinte, Pablo Valencia subió a un tren camino de Bilbao para aprender el oficio del tiempo, aun niño, huérfano de madre y de tierra, pues sospechamos, quería ser agricultor o campesino.


Canal de Pollos, por Pablo Müller

 “… No escribas si has hecho llorar
a cuanto sobra de la muerte…”
Juan Carlos Mestre

   A su paso, mi amante se ha desprendido de uno de sus pelos locos: lo ha dejado caer entre las páginas abiertas del libro que leo; — compañía para los versos — Éstos con la alegría del encuentro han crecido hasta el tamaño de los cantos, han crecido hasta la longitud inexacta de una porción de la importancia.


Pollos, Valladolid, agosto de 2012 por Pablo Müller



“La gente honrada ha muerto sin darse ninguna importancia”
Juan Carlos Mestre

   El recuerdo del soldado suicida en La Línea de la Concepción atraviesa el tiempo que separa. Mi amigo el médico que dibujó su muerte para hablarla, se acuerda conmigo.



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