sábado, 1 de marzo de 2014

EN EL UNO DE MARZO


Grúa, lluvia, el día antes del uno de marzo por Pablo Müller


Pablo Müller no aprecia el primer día del mes de marzo, — siempre rememora su tristeza — y cuando  se acerca, vuelve a su casa, cierra la puerta, baja las persianas, apaga las luces y se mete en la cama. Coloca sus manos tapando los oídos, y engulle silencio:
El uno de marzo es el día del sonido dolor: sonido de cristal roto, descarnados los oídos, se muerde el alma, con palabras sordas, palabras azadas, palabras que cavan el olvido, y se instala en la congoja, perceptible en las vísceras. El sonido de un inconsolable llanto, un grito que suplica, finalice, nos sea otorgada la sordera y descansar del dolor.
Pablo Müller adormecido por el alcohol, desconectados los aparatos eléctricos, para que el silencio aniquile la jornada, haga desaparecer todos los unos de marzo y con ellos la angustia que agudiza sus oídos, la tristeza que roe su cabeza y el dolor estrépito en su vientre y en su memoria.

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