miércoles, 24 de julio de 2024

TRES POEMAS DE ELSA MORENO CALABUIG EN UN LUGAR LIMÍTROFE

 






Una carta extraviada. Te llevaba en el bolsillo.


En mi cuarto se van acumulando

pequeñas extensiones de tu cuerpo.

Como si fueras desprendiéndote de algunos

pellizcos de carne.

Se van acumulando vocales

desdobladas de tu nombre

por pensarte en voz alta.


Y hoy

descubrimos que mi piel te sabe a agua de rosas

y yo me convierto en un charco.


El amor es un mito al que aferro conscientemente.



―――――――――――



Si fuese honesto, el relato sería insulso.

Si hubiese cruzado el límite

no podría contenerme.

Si fuese satisfactoria la escritura

los poetas seríamos herreros.




Para leer un mapa

tienes que querer posicionarte.



―――――――――――



Insisto con un puñal sobre la piedra.

Ha de ser, mi huida, un sacrificio sonado

y que mis siglas, aunque sean

escasos garabatos,

se conviertan en dictamen divino:

Y tallé

mi nombre en una piedra

que rodó

y se hizo

deshecho.

Y miré

lo que iba a ser una promesa

y mi nombre

se hizo

balbuceo.




Elsa Moreno Calabuig

En un lugar limítrofe


Con evocación de Leo Rizzi y prólogo de Sara Torres


La Imprenta


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