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miércoles, 30 de agosto de 2023

AUTORIZADO A LA INVISIBILIDAD UN POEMA DE HÉCTOR HERNÁNDEZ MONTECINOS EN DEBAJO DE LA LENGUA

 


 

 

 

AUTORIZADO A LA INVISIBILIDAD

 

 

 

Me obligo y escribo

para no perderme el momento de las heridas

sobre el libro de los desórdenes

que destruye páginas en mi cráneo

metiéndole aire a la acrobacia

de tirarse al vacío

con un lápiz entre sus dedos

aunque la noche y su hondura

sean una estrategia para el romperse

que significa acarrear palabras

y alejarse a terminar un patio de piedra

donde uno y otro se leen

en la extrañeza de lo propio y lo ajeno

como los rubíes y la sangre.

Lectura de dos ojos

de dos manos, como la R

en dos creo más que en mí

dos hemisferios norte y sur del deseo

el poema es soledad

pero nunca está solo

los músculos de la necesidad se ejercitan

sin que uno se dé cuenta

cualquier dolor es excusa

para un dolor mayor que se nos está olvidando.

Cerrar el libro y declinar

para que la muerte resuelva todo

bajando la velocidad de los líquidos

que gotean por una escalera

ubicada entre el cerebro y la autoría.

El papel es un temperamento

de una velocidad desconocida

salir de aquí o quedarse con él

renunciando a todo lo que tenga nombre

porque las palabras son una trinchera

agazapada en la incertidumbre.

 

Permutación: país o casa

¿para qué definir?

Lo que se habla tiene toxinas

y moribundo es todo lo que se ha dicho

lo que hay entre tú y yo

es un viaje por el lado equivocado

de todo lo que significa esconderse.

 

Se mira lo que se quiere

y se observa lo que se necesita

¿me ves aquí?

 

 

 

Héctor Hernández Montecinos

Debajo de la Lengua [edición definitiva]

Arquitectura de la Mentalidad

 

Ril editores


lunes, 26 de junio de 2023

APUNTES INÉDITOS DE UN CORPUS DE HÉCTOR HERNÁNDEZ MONTACINOS EN DEBAJO DE LA LENGUA

 


 

 

 

APUNTES INÉDITOS DE UN CORPUS

 

 

8                 Lo real tiene filo en el poema. Una página hace sangrar

                   en su justa medida.

 

8.1              La poesía, ciertamente, no tiene límites; el poema, sí.

 

8.15            En efecto, la poesía es un bosque imaginario y el poema

                   la flor.

 

8.21.           Todo se trata de la luz. El poeta da vida al poema y da

                   muerte a la poesía.

                   Los colores de una fascinación.

 

8.3              Una página se queda en blanco. El poema se olvida de sí

                   mismo.

 

8.3013        Lenguaje, memoria y pensamiento; eso es todo.

 

8.402         La civilización es la historia de sus luces. Se escribe con la

                   oscuridad del cielo sobre las cabezas.

 

8.4011         El Universo está lleno de palabras. Todas las que

                   existirán, existen,

                   existieron.

 

8.403         Las vocales son energía y las consonantes, materia.

 

8.412          Algo aparece y algo desaparece. El cuerpo es siempre

                   corpus: intermitencia y destino.

 

8.5             El fantasma habla. El cadáver escribe. Lo recuerdo.

 

8.6022       Un cadáver que eyacula noche a noche sobre un fantasma.

                   Un acto de

                   amor, el último, el poema.

 

8.614          La poesía es espíritu; el poema, ropa.

 

8.7003       Lo único que deseo es caminar delante de la lluvia junto a

                   ti. Ya seas Dios o

                   su piel.

 

8.8             Ten compasión de mí.

 

8.832         Siempre tengo ganas de morir, abandonar la ciudad,

                   cruzar cualquier

                   frontera: seguir los fantasmas hasta el baño.

 

8.979          Todo lo blanco me llena la boca de interjecciones. Y lo

                   contrario.

 

8.9801        Silencio. Una noche en Cali. Otra señal. La última.

 

8.9822       Volví a escribir solo para recordar el vacío.

 

8.99            De lo que no se puede escribir, es lo único que vale la pena.

 

 

 

Héctor Hernández Montecinos

Debajo de la Lengua [edición definitiva]

Arquitectura de la Mentalidad

 

Ril editores


martes, 10 de junio de 2014

ESCUCHA


Zaragoza, mayo de 2014 por Pablo Müller



«Un poeta ignorante no es el que no sabe escribir sino el que no escucha.»

Héctor Hernández Montecinos

 

En una noche en el hotel

en Zaragoza

el día cuatro del mes de junio

del año dos mil y trece

le digo a la sombra que me sigue:

tengo que escucharte todos los días,

tengo que escucharos todos los días,

tengo que escucharlo todos los días,

la sombra calla, sólo

sigue el canto de los mosquitos sobre las farolas,

tengo que escucharme en todos los momentos, tengo que escucharme en todos los momentos, a las noches, en los hoteles, en la habitación pagada, en la ciudad extraña, en el hueco del miedo,

entre nuestros insectos de todos los días

y todas las escuchas.

 

sábado, 29 de marzo de 2014

EL VERSO Y EL ARADO TIENEN EL MISMO ORIGEN


Hotel en Torrejón de Ardoz, mayo de 2013 por Pablo Müller


« El verso y el arado tienen el mismo origen.»

Hector Hernández Montecinos

 

no hay más días en mayo y los años

tienen los números imposibles, cerca de la muerte,

las mujeres ancianas alcanzan ya la edad de madre a la muerte,

y añoran a las hermanas calladas y añoran a todos sus hermanos muertos,

esas conversaciones pendientes,

es tanta la vida a las espaldas, y tanta por dejar,

afuera en mayo, y en Madrid,

llueve

 


jueves, 9 de enero de 2014

LOS TRECE LIBROS DEL AÑO TRECE



Sábado de diciembre de 2013 por Pablo Müller


«OFRECIMIENTO: tengo presente

el último agujero

dentro de mis tripas

llevaba un mundo viejo                 (que no era tuyo)

brindo por los hombres y mujeres

que van soltado lastre.»

Gsús Bonilla

 

«Fracasar mejor, aconsejaba Samuel Beckett. Vivir bien quiere decir – en buena medida – saber perder: eso sí, sin ninguna complacencia en la derrota, sin ninguna poética del perdedor.»

Jorge Riechmann


 
 

http://casimiroparker.wordpress.com/libros/como-liberar-tigres-blancos/Como liberar tigres blancos de Isabel García Mellado. «siempre por
si acaso / piernas muy blancas atraviesan inviernos llenos de trenes / una niña que tiembla en las voces que huyen» Algunas palabras suenan en silencio y ocupan toda la extensión del recuerdo y sin lugar donde quedarse las otras palabras oscilan entre el columpio y el monedero, domingo, el único día que se lleva por nombre, entre el motor del coche que arranca y el grito alegre de un niño. 

http://bailedelsol.org/index.php?option=com_booklibrary&task=view&id=589Brazos, piernas, cielo de Isabel Bono. «podría decir noche / donde
oscuridad / manos donde oscuridad / tú donde oscuridad / decir tú donde noche / tú donde manos / imposible no arder» No a los sabios, de rodillas, el tiempo es parte de la duda con la que despierto, en las semillas de la noche se dejan los secretos, el secreto, ya lo sabes, es el inaguantable dolor.

El título de un sueño de Héctor Hernández Montecinos. «el lenguaje es el único don / heredado de los muertos» «El poeta toma conciencia de su poema cuando ya no existe. Ninguno de los dos.» «El verso y el arado tienen el mismo origen.» «La página es el nacimiento de las sensaciones: ramas que ven a lo lejos el fuego,» La página es la sombra de un árbol. El poder dice que los árboles son objetos sujetos a la propiedad y salvo excepciones puedes ser cortados, triturados, a su pesar. La página que queda niega esa muerte. 

Porción del enemigo de Enrique Falcón. «mi otra mano en mi hijo / tiembla con la edad que aguardan los hombres / y no hay muerto que no tenga su muerto apretado, / ni su duda de arista / ni su alivio inasible» El sacerdote Johann Gruber con número de identificación 43050. Gruber el alemán puso fábrica en Burceña, aún queda la esquina del ajustador, mi abuelo. Hay que escribir poemas cuanto tenemos hijos. Hay hijos en todos los poemas. 

Cuadernos de guerra de Raúl Zurita. «canten — seguían diciéndonos — canten y canten» La guerra en la mejor prueba de que no hay dios, rugido de mar y del destierro. Un destierro hacia abajo: sótano, pozo, zulo, puerta de seguridad, silencio. A la noche se encienden las fogatas y comienza, en otra parte, el murmuro de los generadores de gasoil, aún en la desgracia hay clases: los últimos verán el resumen de los partidos de futbol mientras aplauden las ametralladoras. En el norte de Bosnia no hay playas, ni mar por donde marcharse. 

Destrucción de algunos tópicos sobre lo incierto de Elena Román. «No llegarán tiempos mejores: / el tiempo no tiene plural / pues siempre es uno / y está sólo.» El tiempo es uno y está solo, cobija el dolor — justo cuando comienza a ser un pensamiento, el último ladrido del perro del vecino, el loco que come pasteles, los últimos, entre la algarabía de los niños sin sombra, las últimas tardes largas del año, no querrán dormir — temen que la cara se les borre cuando sueñan,— temen la voz de las mañanas del invierno: qué tiempo curo qué a quién sin el abrazo confuso. 

aMoremachine (poemas de claradehuevo) de Gsús Bonilla. «TODXS NUESTRXS HIJXS VACIXS: eme / soñó ser madre / en su sueño / acunaba una piedra / ¿hay algo más duro / qué interrumpir un sueño?» Durante este tiempo has acunado lastre. Es la lealtad la que te lo permite. Eres leal cuando amas. La lealtad es el vínculo, la cuidas para los que llegan, los que se van yendo no la precisan. Es su legadosueño. 

Fracasar mejor de Jorge Riechmann. «Uno aprende equivocándose. ¿Aprende a no equivocarse? No. Aprende a equivocarse mejor.» Limpiar las palabras del ruido viejo. Un sonido de millones de años: el mar contra la playa, en ocasiones el murmullo del motor de un coche, un sonido de cien años. Un año sabático sin lenguaje, sólo con el mensaje del mar, ola, arena, viento y la risa de los niños. 

Praga de Manuel Vázquez Montalbán. «Cuando pague mis deudas / y entierre a mis muertos / ya seré viejo / me lo dirá el frio cierre / del mar hasta mi cuello / el último poniente de un verano / la piel que pide abrigo de toalla / en cada deuda perdí tiempo / en cada muerte memoria de mi / sin nadie que me cuente / el porqué de mis sombras / quedaré a vuestra merced /  mis bien pagados acreedores» Primero fue la deuda. Luego se hizo el dinero para pagarlas. Primero fue el sonido de la lluvia en algunas piedras. Luego se hizo la poesía. Luego se hizo un anuncio en televisión. 

Noche sin clausura de Laura Giordani. La clarividencia de estos versos: «No bastará con la poesía: habrá que tener además / los huesos livianos de los pájaros.» «¿Dónde la palabra para desatar la vida?» «muerte de mala muerte, tenaz muerte diaria,» Y mientras nieva en las ciudades del norte despierto tuyo. Huyo al lugar donde estamos antes de vivir. Cielo nocturno. Las estrellas: los libros de los muertos. 

Limbo y otros poemas de Ada Salas. «La soledad. / El muro / en que viene a parar todo lenguaje.» «Un punzón atraviesa la placenta del mundo» «Una roca molida / entre/ las mandíbulas / del corazón. / (Deletrear / allí / el canto tartamudo de la muerte.)» «Ahora voy a sentarme muy / cuidadosamente en la cuneta voy / a arrancarme los ojos / y voy a ver el sol» Los soldados serbios enterraban las minas antipersona en las cunetas. A la espera de los conductores de los camiones de ayuda humanitaria, que paraban a mear. 

Desalojos de Miriam Reyes «No lo siento por ti lo siento / por nosotros: / alguien que nos amaba ha muerto.». Dar nombre a las cicatrices de los vientres de las madres. El ejercicio de irse, el fracaso y el conocimiento. Cuerpo sin sonido. Cuerpo imagen del silencio. Una memoria donde se mata. «Apenas nada apenas nunca apenas / tu mano fue cediendo al sueño / y otra vez quedamos esparcidos / por las baldosas del hospital el parking del tanatorio / y el mármol de tu nicho. / Por primera vez y última: nosotros.» 

Pobreza de Viktor Gómez. «menos mal que aún nos queda poesía en zulos celdas y túneles» Agujero aguardo. El libro que no existía. Encerrado en piedra. A la espera de la dinamita. Mi tío abuelo perdió un brazo en la explosión de uno de sus cartuchos. Mi hermano hoy trabaja en la fábrica que fundara Alfred Nobel. Hace esa dinamita. Juan Carlos Mestre lleva mecha y cerillas en sus palabras, en las acuarelas con las que da las gracias. «para ganarse en el beso / —inextinguible, irreformable— / la memoria               los barrios liberados» 

Trece libros para el año trece. Trece momentos para trece meses, incluyendo el que nos falta, el necesario para el silencio. Trece veces gracias.

 

lunes, 16 de septiembre de 2013

THE WINNER TAKES IT ALL


Barco en abril del 2013 desde Azkorri por Pablo Müller


 
«Unidos por un rayo que va de una tumba a otra»

Hector Hernández Montecinos


Uno

 

The winner takes it all, el ganador es de sombra que el vencido regala, gracia del llanto, tarde esperada de los viernes, el dolor de la espalda,

 

The winner takes it all, dejo abierta la puerta para que se metan los sábados, los sábados son el día de la playa. Así empezaron las cárceles.

 

The winner takes it all el sonido de la familia raíz: yo más que mi padre, mi padre, más que el suyo y las mujeres escondidas de los úteros llenos de espinas, donde no hay lugar para las hembras, no te quedes a dormir, este es el rayo que lleva a la tumba que espera.
 
Barco en abril del 2013 desde Azkorri por Pablo Müller


«El lenguaje es el único don heredado de los muertos»

Hector Hernández Montecinos



Dos

 
The winner takes it all  tengo ganas de llanto, el llanto abre los agujeros de la vergüenza, yo defiendo que culpa y vergüenza pueden ser lo mismo, hay culpa falsa, hay insectos del insomnio, o tal vez…

 

The winner takes it all hay un idioma olvidado sin su escritura, una guitarra con la forma de la estrella, un hurto del cielo, prietos pantalones blancos, la pelea en la puerta de una discoteca, guarda de noche las lanzaderas sobre una bahía, mientras el viento dice…

 

The winner takes it all quién se queda el huérfano para cuidar, roba el útero de espinas para que nazca la hermana que falta, padre voy a ser más grande que tú, y sabré escuchar al menos en tres idiomas distintos,
Barco en abril del 2013 desde Azkorri por Pablo Müller


«Soy un espíritu y un código a la vez»

Hector Hernández Montecinos

 

Tres

 

The winner takes it all, di que sí padre, cuál es la medida del grande, el padre nos abandona para ir a inventariar ciudades tras el bombardeo, ¿quién desde el muelle saluda la marcha del barco que sale para los extraños, en el breve verano del 37?,

 

The winner takes it all, podemos prohibir la visita a la tumba de los jóvenes muertos: Josu Agirre perdió pie ascendiendo el Mont Blanc y dejó el cuerpo al agosto, llegará un momento en que no queda quién con memoria para las lágrimas,

 

The winner takes it all en la cafetería de la antigua estación de autobuses, dónde queda la estrella en forma de útero, nadie quiere ser ABBA, esa ganancia me la arrebataste, porque fui yo quien golpeó a aquellos hombres en las madrugadas del verano,
 
 
Barco en abril del 2013 desde Azkorri por Pablo Müller


«Heme aquí Mar de las Nubes

esperando el cielo rojo y el arcoíris negro» 

Hector Hernández Montecinos

 

Cuatro

 

The winner takes it all los vencejos se refugian del primer frío de agosto en los travesaños de las fachadas de las casas viejas, terminar agosto era terminar el amor, hay que vestirse de soldado, escuchar Stairway to Heaven de Led Zeppelin todas las mañanas que Murgoitio está vivo,

 

The winner takes it all, google maps enseña fotos de los cuarteles viejos, cuando aún mi hermano estaba vivo, madre, tengo hambre y frio, gracias por la trasera traición que nos deja el recuerdo, entrar en una iglesia de tu mano y escuchar gracias,

 

The winner takes it all. Hay que manejar este sufrimiento, lejos del hijo. Padre, yo soy más grande que yo. Hijo, mira mi tamaño y mídelo desde la compasión, callará Anni-Frid Lyngstad: es el botón de un mando a distancia.

 

24 de mayo – 16 de septiembre de 2013