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jueves, 7 de diciembre de 2023

BRANQUIAL DE EVA YÁRNOZ EN CAUCES DEL QUE TEJE

 


 

 

 

branquial

 

 

 

la mujer que llevas abre la vena. sanguinaria. la vía de la costumbre que arrastra sin la escucha, la vena abierta que sangra. aventura ahora la respuesta última que concibe a sus padres antes de dejar de ser huérfano. el hijo solo no nace de nuevo, espera. está el hijo solo en el páramo.

 

la vara es fuerte y no se inclina, con ojos sobrevuela tu cabeza, la vara firme que no se pliega. consientes mis penas, grande. consientes ahora el aprendizaje en las arenas. estoy en la disolución con el agua, y las notas barren las pequeñas piedras. estoy con los dedos en su baile, sin la decrepitud del que muere. estoy ahora moviéndome con todo lo muerto y lo vivo, en la disolución.

 

sin convenir la hora. No buscar más, sino respirar branquial. de costa a costa contigo, cuerpo inmenso. de tus aguas donde me pierdo.

 

 

 

Eva Yárnoz

Cauces del que teje

 

Trea Ediciones


domingo, 22 de octubre de 2017

MARZO UN POEMA DE ESTHER PRIETO





MARZU

Nun esperes de la tarde l'aire calecío
de les manes nin la sele voz d'otros iviernos.
Sedrá namás l'angustia d'esti marzu
paz d'ilfiernu, mar azul y de reblagos:
l'horror, que de la casa yá nun sal,
dibuxáu ta con sangre na pasera
del to cuartu de nena y del hermanu aquel
qu'hay tiempu yá nun tienes.
Nun esperes la gracia de les nueches
nin el cielu escamplao d'aquellos años:
medresti de sutaque garrada al mieu,
semando tapeceres de blanca lluna,
horribles catasoles de callada angustia.


MARZO

No esperes de la tarde el aire cálido
de las manos ni la suave voz de otros inviernos.
Será nada más la angustia de este marzo
paz de infierno, mar azul y oleaje:
el horror, instalado ya en casa,
dibujado está con sangre en la entrada
de tu habitación de niña y del hermano aquel
que hace tiempo ya no tienes.
No esperes la gracia de las noches
ni el cielo despejado de aquellos años:
creciste de repente asida al miedo,
sembrando atardeceres de blanca luna,
horribles girasoles de callada angustia.



Esther Prieto – Tres la quema – Después de la quema