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miércoles, 18 de septiembre de 2024

PERO LA BELLEZA ES UN INVENTO DE LA ESPADA DE JORGE M. MOLINERO EN UN PAÍS DE SED

 





PERO LA BELLEZA ES UN INVENTO DE LA ESPADA



Los muertos venían encapsulados en murallas

de escarcha. Aquella primavera desecó el Pacífico

y ninguna mueca recordaba el idioma de la ternura.


Cogimos lascas de hielo para brindar con Borgoña por un mundo

nuevo. ]

El frío a deshora mató cada árbol :dejó sal en los surcos de la tierra.

A falta de fruta desmembramos los cuerpos :ya no eran

desaparecidos]

:nos ofrecían su sabor el aroma a cada brindis por un futuro mejor

:olía a pescado rancio.

El dictados cruzó sus manos en la televisión. Él tenía

el Borgoña repleto de naranjas traídas de otros calendarios.


La mentira y la paparrucha deshicieron el hielo. Los huesos

de los desaparecidos calentaron los nuestros al convertirlos en

caldo.]


Nada por lo que brindar :el suelo estaba demasiado duro para

la orgía de la sepultura. Fueron devueltos al mar :les robamos

los nombres cuando su carne maceró nuestras copas de vino.

Supimos que la felicidad era imposible dentro de un vaso de cristal

:pronto te quedarás sin aire man :sabes del horror de la ceniza.

Eso me contaba Zurita en la rompiente de Sangrada Soledad que

nos esparcía de nuevo su juego de ceniza.


Era mentira me dijo

un día :los cuerpos yacentes

de Pompeya solo son moldes de yeso.


Y solo sacian su hambre con ceniza.




Jorge M. Molinero

Un país de sed


Editorial Páramo


miércoles, 12 de julio de 2023

ESTÁN INTENTANDO QUE NOSOTROS DERRIBEMOS A LOS ASESINOS TRES POEMAS DE LA CEGUERA DEL LANZADOR DE CUCHILLOS DE JORGE M. MOLINERO

 

 

 

 

ESTÁN INTENTANDO

 

 

Pájaro que con tu canto nos alegras en esta tierra

baldía ¿por qué te empecinas en suspender tu

vuelo? Justo ahora que tienes a tu alcance el

vestido de plumas del ave tropical decides cantar

para nosotros ¿Eres un Dios redentor o el más

estúpido de tu especie?

 

están intentando vendernos la postal

antes de haber llegado al destino

 

Lo primero que pienso al ver

el gran monumento o

el gran palacio de turno es

en todos los que murieron

para levantarlo

 

En tantas manos esclavas

y en su sangre

como el engrudo

que mantiene

las piedras

unidas

 

 

Teníamos el fuego

Eran de cera sus palacios

 

 

 

QUE NOSOTROS

 

 

En la cama todos fantasean con la contorsionista

 

Pero sólo Buffalo Bill sabe que sí

deja pequeño el Kamasutra

 

que nosotros

 

somos pequeños

Los sueños allí arriba

se carcajean

 

 

Teníamos el fuego

Eran de cera sus palacios

 

 

 

DERRIBEMOS A LOS ASESINOS

 

 

Como Caín me ofendes al hacer los sacrificios

con cereales Yo quiero la carne de lla cría

de cordero antes del destete Licuada su sangre

saciará mi sed

 

Trae aquí la cabeza del engendro

 

derribemos a los asesinos busquemos

un héroe al que enterrar

 

Galopa Murieta

venga todo lo que pueda vengar

 

Galopa Murieta

que ahora el volcán escupe sórdido

todo el oro que nos dejamos robar

 

Galopa Murieta

que no importe la muerte segura

En el bando de los asesinos

gritamos

¡galopa Murieta!

 

Galopa Murieta

nuestra desidia

en tu sepulcro dejó

flores y bellas palabras

 

 

Teníamos el fuego

Eran de cera sus palacios

 

 

 

Jorge M. Molinero

La ceguera del lanzador de cuchillos

 

Editorial Páramo


martes, 25 de enero de 2022

DOS POEMAS DE 50 CENTELLADAS DE JORGE M. MOLINERO Y CARLOS DE LA CRUZ

 

 

 

 

Mi hermoso viejito zurita

hijo zambo de los huesos de mi abuelo

Te conozco por mi hermano Jorge

que es de esos ya tú sabes

de los que se les suben el latinking a la metáfora

y se ponen estupendos

Quería pedirte que le des un abrazo

y le dejes con sus cosas

que son las cosas de uno de esos dioses chiquitos de cera

que brillan cuando menos te lo esperas

Como cuando te dieron un paseo por el Matadero

 

y con los pies dentro de los zapatos

te quejabas del desierto que te falta

para llegar al bar de la esquina

Yo sé que cuando te acuestas

relees los poemas de mi hermano

Mi hermoso zurita crees que son tuyas las palabras

y son de Jorge y de Julieta

y de la negrita esa que me tiene al Molinero

como pioja en bombilla

Mi viejo hermoso zurita

sólo porque mi pana siga dirigiéndote la palabra

te beso la dulce calva

y dejo esta marca de orina alrededor de tu casa

 

 

 

CANCIÓN PARA CARLOS DE LA CRUZ

 

 

 

Juegan los viernes los diositos

porque no hay comuniones ni champions

a dejarse llevar por las cicatrices

de humanos y pelo en las axilas

 

A veces en el pie izquierdo del Diego

o en los labios de la Bellucci incluso

en la voz rota del ángel Sananda Maitreya pero

 

  siempre en los dedos del gigante

y verborrea de Carlos y azufre de De la Cruz

estadio Azteca donde corre la banda

Tláloc hasta arriba de licor de hierba alta

para invocar el regate y la preciosura y el público

jalea a Rusia porque CuCurruCucúPaloma

si se le queda pequeño el campo y

volea de escorpión la estepa de Aranda

      Y

al abrigo de Tezcatlipoca y el cabello negro

de la negra y los ojos negros de la negra y

la negra piel de la negra suda cada viernes y

a Carlos a De la Cruz al gigante de mi carnal

lo estruja Huitzilopochtli que le sabe

trozo de pan aire limpio espiga generosa que

es alimento su muerte en la siega lo llena

de larvas y larvas bajo las gafas y larvas

en su voz de gigante y larvas en su pecho

descomunal como estadio Azteca y páramo

castellano con parada y fonda y áspero tinto

que ennegrece sus labios como negros

los negros labios de la negra que le abroncan

porque larvas en la mesilla de noche larvas

en el despacho larvas en el cuarto de baño

larvas en el cagadero y la tapa levantada que

 

  todo tan lleno de larvas para esconder

dentro de sus botas de gigante de su poesía

condimento chile poblano

la miel de sus dientes abeja la verdad

de sus manos nube con forma de aligátor

la Verdad de sus cuentos larva atrapada

en una botella de mezcal

 

Y los diositos no saben

de la devastación de la resaca

en los versos de mi carnal

 

 

 

Jorge M. Molinero & Carlos de la Cruz

50 centelladas

 

Versátiles Editorial


jueves, 10 de diciembre de 2020

EL POEMA QUE COMIENZA BLUEBIRD DE JORGE M. MOLINERO

 

 

 

Nos da igual que la jauría

De pastores alemanes lleve bozal

Damos pedaladas hasta que

Los pulmones desoyen el oxígeno

 

La extenuación nos salva la vida

Abofetea las ganas de correr

En dirección contraria a la soledad

 

Nos ofrecemos un tapón de agua

Con la ceremonia de las manos

Enguantadas en parafina y

Ponemos la mesa al pájaro azul

Pero

No supimos cuidarlo como Hank

 

Lo dejamos sin plumas y su pico

Está amordazado por hilos sueltos

De un capullo donde se refugian las ganas

 

Agosto

La estera nunca evita la molesta arena húmeda

En el dorso de la mano derecha

Aún quedan cuatro meses

Para el nacimiento de un dios u

No sé cuántos para encerrarlo lleno

De sangre dentro de un libro polvoriento

 

Aquel bluebird cantó una vez

La canción más triste del mundo

 

 

 

Jorge M. Molinero

Bluebird

 

Editorial Páramo


 

domingo, 26 de agosto de 2018

TRES POEMAS DE QUALITY CONTROL G00497T DE JORGE M. MOLINERO




la vergüenza del vómito.
la mano levantada: temblorosa.
una azafata a la que das la bolsa son mirarle los
ojos.

eso debe ser la poesía.



———



a los pobres con creencia de clase media, nos gus-
ta mostrar nuestras vergüenzas, alardear, incluso,
de ellas.
en Centroeuropa es distinto: amsterdam no tiene
cortinas ni persianas, enseñan en sus salones un
modo de vida amable y correcto, con libros y fa-
milia reunida. pero su pornografía está llena de
lluvias doradas, látex e incestos.

los dormitorios no dan a la calle: ninguno po-
demos eximir a nuestra normalidad de las más
extrañas perversiones.



———



el viaje: la estancia
en el destino
dije
no es el viaje.

            pero un paréntesis
dentro de ese paréntesis indica
un exiguo relieve que no está
en los mapas ni guías: son
los ruidos nuevos: la caldera
el frigorífico
el suelo de madera
la mudez del cielo desde el ventanal
                          incrustado en el tejado.

los ruidos también son el viaje:
dejo apuntado en la moleskine.



Jorge M. Molinero
QUALITY CONTROL G00497T

ZooGráfico

domingo, 23 de julio de 2017

UN POEMA DE LA CUARTA HIJA DE ROSA DE JORGE M. MOLINERO






Aunque en su regazo yo no tenía un sitio de privilegio,
a escondidas
me alcanzaba las golosinas sin azúcar y rascaba mi cicatriz
                   Mamá Loba
nos acogía a todas en su cama
los domingos por la mañana.

Se trataba de eso,
de matar al padre;
expulsarle de su trono, robar
su sitio en los pezones de Mamá Loba.

Desesperado, herido, Saturno
al final se exiliaba a por el pan y El país
para, encima, traernos de vuelta unos churros.

Sólo yo me vestía y le daba la mano.

En el ascensor, mi padre me revolvía el pelo.

                                           El pelo: hay cosas más importantes que el pelo.



Jorge M. Molinero – La cuarta hija de Rosa (Perdido en Isla Mujeres)