miércoles, 17 de diciembre de 2025

UN FRAGMENTO DE NO HAY VALIENTES EN EL PARAÍSO DE MJ ROMERO







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Yono, calzada con sandalias de tiras adornadas con cristales que reflejan brillos distorsionados, y sin tacones. Yono, paseando cerca de las dunas de las salinas del norte al lado del mar. Yono, de incógnito de alcaldes, concejales y secretarios. Yono, con su libro presa bien agarrado en su mano derecha y arrastrando con su izquierda un caniche. Yono, radiante en sí misma en la soledad de la arena y la sal. Yono, untándose de aceites hidratantes de jojoba y de oliva virgen. Yono, mirando de soslayo hacia los pinos por si oculto tras algún tronco surge de repente un reportero gráfico.




MJ Romero

No hay valientes en el paraíso


Tigres de papel



martes, 16 de diciembre de 2025

UN POEMA DE BAJO EL AZUL COBALTO DE NURIA RUIZ DE VIÑASPRE






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Piensa un árbol un pájaro una pena

piensa niebla pájaro que teje tejados en invierno

imposible salvar el error buscando el poema

La memoria es una alcantarilla

el ingenio ciego

Un calabobos despista el sentido

y desmenuza el orden de tu mano

Al lado una anciana saciada

de memoria estalla

El viento no de nadie no de todos

alarga hasta tu mano su morir

Un hijo pródigo atraviesa la frontera

del no con su recuerdo

minutos después el poema

que es el pájaro entra en casa

le enseña la pena en una escultura de madera

el vértigo del huerto

negro huerto ofrecido en usufructo al caminante

el Alzheimer de la madre diseñando idiomas propios

su madre

madriguera y pena repartida en cuatro hermanos

En la mesa están sus manos con vistas a la nada

en el suelo están sus pies

dibujando un fino círculo de aire o de agua

un hablar enredado en palabras cerradas

árbol pájaro pena

imposible no perder la memoria

no perder la memoria


perder la memoria


perder la


la


su alegría se enroscaba

cuando decía Memoria decía

Lápiz y el poema entendía lápiz

Es el tiempo del lápiz y lo frágil

Aquella mañana buscando poemas

el lápiz se rebeló

ninguna pena detendrá el pájaro ni el árbol

Ahora después aquí

¿para qué buscar cuando el poema es corpóreo?




Nuria Ruiz de Viñaspre

Bajo el azul cobalto


Nautilus Ediciones


 

lunes, 15 de diciembre de 2025

ADRIANO SPATOLA HACIA LA POESÍA TOTAL

 






De todas formas, podemos decir que entre los dos términos, el poema y el objeto, existe una distancia hipotética que hay que verificar experimentalmente sobre la marcha, no es el mundo de las categorías lógicas implicadas por los modelos. El poema, por ejemplo, es para Giulia Niccolai (Poema & Oggetto, 1974) el sentido más oculto del objeto, su aspiración hacia la ligereza e inutilidad: acostumbrados al objeto-instrumento quedamos perplejos frente a esta liberación, a esta huida del objeto-instrumento desde sí mismo, a este horror que el objeto comienza a tener de sí mismo como instrumento. La extirpación del instrumento del objeto tiene algo vagamente quirúrgico; el objeto ya no es objeto, pero aún no es un poema, y por otra parte, nadie sabe si conseguirá convertirse en él.




Adriano Spatola

Hacia la poesía total


La Única Puerta la Izquierda


lunes, 1 de diciembre de 2025

UN FRAGMENTO DE ME FUI COMO UNA TORMENTA DE SARA HERRERA PERALTA

 






¿Por qué Louise Bourgeois recuperó estas piezas y recuerdos para la composición de estos bordados o libros? A menudo se trata de un regreso, una vez más en su obra, a su pasado, a su infancia, a sus recuerdos de niña en casas como la de Antony, rodeada de un jardín junto al río, cuando la pequeña Louise ayudaba a su madre a tejer para el negocio familiar. En este ejercicio de buscar en los cajones de su casa recuerdos de su pasado y de su infancia hay también algo exotérico. El lado exotérico de la obra de arte es siempre el regreso a la infancia. Como la niña que encuentra guijarros en el río y los guarda como un tesoro, hay en este ejercicio una coherencia con la niña que Louise Bourgeois afirma ser aún en la edad adulta. También se trata de un ejercicio al servicio de la memoria, de la creación como medio o herramienta contra el olvido. Estas flores representan igualmente el entorno doméstico, los cuidados, el papel de madre, de esposa, la paciencia y la fuerza necesarias para sostener las paredes de una casa cuando se es mujer, artista, esposa, madre, hija al mismo tiempo. De hecho, pienso en una doble interpretación: por un lado, está la suavidad y la fragilidad de este herbario, que ayuda a trabajar la memoria; por otro, pienso en un grito, el grito de dos manos que han cuidado, reparado y tejido toda una vida que muestran, al final de su vida, una batalla, la de la mujer artista.




Sara Herrera Peralta

Me fui como una tormenta


Consonni


viernes, 28 de noviembre de 2025

GUERRAS FLORIDAS UN POEMA DE TIRSO PRISCILO VALLECILLOS EN PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE DE HEISENBERG






GUERRAS FLORIDAS



Camino a escasos metros de un grupo de aztecas

no los entiendo, pero conozco sus intenciones…

Sus intenciones les preceden

sus intenciones son más fuertes que el músculo

que tensan sobre sus enemigos:

los envuelven en flores, entre gritos y cantos

y los llevan con vida a Tenochtitlán.

Asisto a la espera triste y colorida

como de ramo tirado en medio de la calle,

en una oscura y perfumada mazmorra;

con sus trajes de ramilletes de esperanzas secas

son ofrecidos a un dios el día de su fiesta:

en las pirámides les arrancan el corazón.


Vine a saber de las guerras floridas por Cortázar

en las clsses de Berkeley.

Sentí y experimenté la maravilla del horror

algo parecido a la belleza de la catástrofe natural,

gracias al poder de la imaginación

que permite caminar sin moverse:

con un solo dato las historias se levantan solas.

Mi madre. Y te asaltan. Mi madre trabajó en París

compartió ciudad con el mismo Cortázar.

Para ella fue un desconocido que una mañana la ayudó

a comunicarse con un gendarme.

Cortázar se enamoró de ella, de mi madre

que ahora está presente en toda su obra

aunque vosotros no podáis apreciarlo.

Sí, es maravilloso el poder de la imaginación.


Cortázar enamorado…

Enamorado como lo estoy yo de esos desconocidos

que me encuentro en la calle o en la pantalla:

fácilmente me enredo entre sus brazos,

en sus casas me colman de blancas flores

mientras me dejo aprisionar en una esperanza…

Mis esperanzas me preceden

mis esperanzas son tan fuertes como mi imaginación

y juntas clavan sus manos en mi pecho

y mi corazón arrancan

y se lo ofrecen a algún dios romántico.

Siento la maravilla del horror:

ese hueco que se abre en mi pecho

a fuerza de intentar llenarlo

una y otra vez, una y otra vez…

Con cada amante que meto dentro

el vacío se hace mayor.




Tirso Priscilo Vallecillos

Principio de incertidumbre de Heisenberg


La Única Puerta a la Izquierda


 

jueves, 27 de noviembre de 2025

CUATRO POEMAS DE MENCHU GUTIÉRREZ EN HUÉSPED DEL OTRO

 






La atención llama al espacio o el espacio llama a la atención. En voz baja o a grandes voces.

Tarea del dibujo es preguntar quién curva a quién. Para que escribas tu respuesta tienes dos encerados vacíos. Dos veces la idea circula por el anillo como si fuera un riel cerrado en sí mismo.

Podría ser un cúmulo de nieve, podría ser una oveja preñada que bala, podría ser un cazo lleno de agua de lluvia a punto de desbordarse.



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Sentir tanto que la madera humana se haga astillas,

que se pulverice toda resistencia,

que el pasado sea una ráfaga de viento,

que no tenga la arena un desierto donde caer,

todo pensamiento borrado en su sitio.



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¿Quién era yo en el río?

¿El alga arrastrada por el agua o el agua?

Quizá era la piedra que brillaba

como fruta madurada en el lecho.

La caricia que ha llamado a mi puerta

continúa su camino.



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El pensamiento viene con el frío,

con la nieve de otro siglo.

Me arropo con la pelliza del pasado

y contemplo el fuego

como la pupila de un lienzo.

Calmado en sus evoluciones,

el sombrero de los viajes

vuelve sobre sus pasos.




Menchu Gutiérrez y Pedro Pertejo

Huésped del otro


Árdora Ediciones


miércoles, 26 de noviembre de 2025

POEMA DE UN SOLDADO CAMUFLADO Y MI DERROTADO ESTANDARTE DOS POEMAS DE NAYWAN DARWISH EN EXHAUSTO EN LA CRUZ

 






Poema de un soldado camuflado



La última vez que escribí un poema

fue hace tres mil años.

Yo era entonces un soldado encubierto en una guerra

que ignoraba que había acabado.

Ahora de nuevo intento escribir,

pero el polvo de los años es como el de los sepulcros.

Así broto de la tierra como semilla que germina,

como un capullo que se despliega en la rama,

como los muertos que se esparcen en una tierra

donde solo habita la muerte.



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Mi derrotado estandarte



Si pudiera volver,

no lo haría bajo ningún otro estandarte.

Te abrazaría aun

con las manos mutiladas.

No quiero alas en el paraíso.

Sólo quiero tus tumbas a orillas del río.

Quiero la eternidad en la mesa del desayuno

con el pan y el aceite.

Tan sólo te quiero a ti,

tierra,

mi derrotado estandarte.




Naywan Darwish

Exhausto en la cruz


Edición bilingüe árabe-español

Traducción de Frances Simán

Prólogo de Raúl Zurita


Vaso Roto Poesía