EN EL HIERRO DE LOS ÁNGELES HAN CORTEJADA
las ciegas
a las piedras ciegas bajo la alpargata
han fusilado con sortija la polilla del carbón
pues aquel debió ser un caluroso día de llanura
hablen campesinos hablen yonkis hablen las
escobas y la pintora de provincias hablen
sedientos
las segadas de vocal
:
declaradas culpables
por andar a la pídola en las hambrunas geoló-
gicas
por cuantos piquetitos y pasquines que nada
dicen de la eléctrica orfandad
por borrar el lápiz para engullir amputado su
alimento
los recolectores de patatas salieron del museo
se untaron en caducadas cremas pequeñoburguesas
asignaron viviendas de ladrillo
a los cuadros militantes del sindicato
a las niñas tocadas por el caviar explosivo de
las bombas
ellas excavaron sus sótanos con la misma gra-
cia con que plantaban remolachas
cerraron persianas y comenzaron la clase de
japones
así podríamos formular el sumario de un juicio
arroba de almortas por cabeza
ocho años de abstinencia para la harina y el
diapasón
en el hierro de los ángeles han cortejado a las ciegas
pero en el poema las dulzainas aún más lejos se oyen
no llores piedra no llores tu fractura
no es más grande que el nicho de una carencia
las tejedoras de aviones haraganes en chocolate
los palmeros generales del gato
con la misma gracia con que escondían cartas
en el sombrero
pactaron las imposibles leyes de otra realidad
:
culpable todo aquel corazón que tenga más de
sagrado que de anfibio
culpable el trilero que nos bombardea blanco pan
se levanta el juicio
huesos de conejo
por el estercolero.
CORAZÓN: [se] cree básica para la etimología de corazón la palabra corada «asadura» […] lo mismo corada que corazón son derivados del verbo curare «cuidar» en el sentido romance de «limpiar, mondar, arrebañar». […] no se necesita estar imbuido de preocupaciones «idealísticas» para ver lo inverosímil en grado sumo de esta evolución semántica […] el enorme peso sentimental e ideológico que arrastra la palabra corazón no podía llevárselo un nombre anclado en el bajo piélago de la alimentación canina.
joan coromines
Mario Obrero
Tiempos mágicos
La Bella Varsovia
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