DUELO
Mi
mujer es quien más los recuerda.
Desde
entonces, cada año, repite las fechas como si fuesen aniversarios de difuntos.
Cada
vez que ella dice «Hoy se cumple otro año desde que lo perdimos», yo le
pregunto cuál. ¿El primero, el tercero o el último? Ella me responde y los
define, por cantidad de meses los define.
Mi
mujer no lo sabe, pero les puse nombres.
Por
suerte, después de cada charco de sangre, volvía la oportunidad. Por suerte, somo
padres de otros hijos. Pero aquéllos mi mujer siempre los recuerda.
A
veces entro en la oscuridad, busco en otras celdas, les escribo. A veces corro
en los trigales, espanto los cuervos, grito: ¡Aguedita, Nativa, Miguel!
René
Fuentes
Guitarra
del mesón
Devenir
Muchas gracias por leer este libro y por elegir este poema: hijo del dolor, como otros perdidos que luego escritos nacieron. R. Fuentes
ResponderEliminarGracias a ti, René, por escribirlo. Dice Olvido García Valdés que la poesía es el lugar donde podemos hablar con los muertos. Saludos desde Bilbao.
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