Páginas

martes, 31 de diciembre de 2013

LAS OLAS ENFERMAS


Las olas enfermas, diciembre de 2013 por Pablo Müller


«Vivir atentamente,…, en el doble sentido de atento: ser atento junto a estar atento.
En semejante arte se encuentran pensamiento y poesía…»

Jorge Riechmann. El siglo de la gran prueba.

 

A mediados de diciembre un domingo con luz y mar brava las olas rompían contra la playa de Azkorri. En los bordes junto a la espuma blanca con que el agua se rompe contra sí misma y contra la arena, hay trazas doradas, amarillentas. Son los signos de la enfermedad de las olas.

Las olas enfermas.

 

Dice Jorge Riechmann que al abandonar la voluntad de resistencia se dimite de lo humano. Las olas, la naturaleza, nos enseñan que se mantienen en su resistencia a pesar del cansancio y la enfermedad.
Los papeles de Pablo Müller llegan a los tres años. Cada una de las 25.318 visitas las considero una propuesta de diálogo y vínculo. Este es un lugar de resistencia porque es una bitácora de vida.
Las tarifas de amarre del puerto están aquí

Féliz y feroz 2014




miércoles, 25 de diciembre de 2013

HAY DAÑOS QUE HACEN AUN MÁS DAÑO


Túnel de lavado. 17 de octubre de 2013 por Pablo Müller


«Soporto tus constantes agresiones al mundo y a todo lo que esté cerca porque sé que todo ese odio viene de un daño antiguo y respeto a la gente dañada porque me recuerdan mis propias heridas.»

Elizabeth Neira. Pop life

 

«Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradora. Porque todos estamos heridos.»

Alejandra Pizarnik.

 

 

Hay daños que hacen aún más daño. No lo dicen los libros, no lo dicen los informes, así, el daño que hacen al niño que aguanta, el daño sutil desprecio vacío negar nada, así, el daño que se abre al darte cuenta que le cuesta tanto, así, los daños sobre el daño cuando sabes que lo hereda, como lo heredó su padre: yo, tengo inventariado ese dolor, es antiguo, es acantilado, son soldados fumando junto a las piezas de artillería, es el regreso en el tren sólo, las piedras que tira la vida, agacharse al escribir esto, pesa en la espalda, cómo ayudar, cuál el remedio, cómo sobreponerse si no es por la vida o por el hijo.

 

viernes, 20 de diciembre de 2013

EL INVIERNO PASADO



Mañana de diciembre, 2013, por Pablo Müller



«Los bolsillos de los abrigos

se comunican

con los inviernos anteriores.»

José María Cumbreño

 

El invierno pasado vivían más en la familia

Y aún no había comenzado

la estación de los funerales.

Las lluvias sí,

una noche de marzo en la ciudad del norte,

las lluvias sí,

una mañana de abril fría en la ciudad junto al río,

en el invierno pasado

se me iban las iras

entre bolsillos rotos

y reconozco el enfado verde de las castañas

y al gasóleo de los tractores en la cosecha,

regresan las ganas de fumar,

y mis tobillos se hinchan.

 

En el invierno pasado vivían más en la familia,

a la espera de la estación de los nacidos,

hago el camino exacto de las playas

y cuento las huellas perdidas de los árboles,

las palabras en la corteza de los piesapos,

la sombra del cazador en las encinas,

la risa de los niños que llenan los agujeros negros de la memoria.

 

domingo, 15 de diciembre de 2013

NO TE EQUIVOQUES, PABLO, TENEMOS ENEMIGOS


Túnel de lavado, octubre de 2013 por Pablo Müller

«Abrir en canal al enemigo.»

Elisa McCausland

 

No te equivoques, Pablo, tenemos

enemigos, son pocos, más que pan, son

ricos, son poderosos, ganan siempre aunque

se digan derrotados, son hombres,

son militares, son

blancos, son cristianos, son

musulmanes, son judíos, son

banqueros y aman más al número que al prójimo, son

reyes, incluso reyes del rock and roll, son

enemigos, tenemos enemigos

y a nosotros, Pablo Müller, nos toca perder

desde el margen, fuera del cuerpo con la sed

de sangre, perder con alegría

para que otros pierdan menos

para que otros lleguen a crear un bravo mundo

y nuevo.

 

martes, 10 de diciembre de 2013

TODO LO OCURRIDO SUCEDE EN EL LENGUAJE


Marañón, septiembre de 2010 por Pablo Müller



«Todo lo ocurrido sucede en el lenguaje»

Yaiza Martínez

 

En el patio soledad las blancas verdades se esconden en la penumbra

— en la taza de café se le vio la soledad, ¿qué aspecto tiene? entre las cucharas se escucha la soledad, ¿suena igual que el silencio?

en el jardín nos besamos, se queda en los labios

— las hormigas nos pasan por las cerraduras,

nunca mates un sapo en la huerta,

la abuela evitaba el árbol grande que plantó el abuelo antes,

yo estudié a los insectos recostado en su tronco

el hombre ciego paseó durante cuarenta años entre los castaños, aprendió las medidas de la distancia por el sonido de las hojas,

el perro se colocaba a su costado y se dejaba guiar.

 

 

viernes, 6 de diciembre de 2013

ALGUIEN DIJO QUE PRIMERO FUERON LAS DEUDAS


Bilbao, noviembre, mañana y frio por Pablo Müller



«Cuando pague mis deudas

y entierre a mis muertos

                                          ya seré viejo

me lo dirá el frio cierre

del mar hasta mi cuello

el último poniente de un verano

la piel que pide abrigo de toalla

 

en cada deuda perdí tiempo

en cada muerte memoria de mi

 

sin nadie que me cuente

el porqué de mis sombras

quedaré a vuestra merced

                                            mis bien pagados acreedores»

Manuel Vázquez Montalbán

 

 

Alguien dijo que primero fueron las deudas y luego se inventó el dinero para pagarlas. Alguien dijo que primero fue la poesía, el sonido de la lluvia en algunas piedras, el ruido silencioso del mar en algunas playas, los diálogos de los pájaros y los insectos y nuestra torpe voz.

Hoy la deuda ya no está en los catecismos ni en los poemas, hoy los bancos no están en las guías de teléfonos ni en las gasolineras, hoy las hormigas confunden verano y calefacción, invierno y el retraso en la llegada del combustible, hoy se construye la memoria en los libros de las deudas y el deudo es ante todo la tristeza y los noviembres, las sombras se explican a los que se quedan, huir de la  luz, andar por el linde del bosque, de las farolas, de las aceras, impidiendo que la luz nos ilumine las sombras, las deudas y sus vergüenzas.

 

 

viernes, 29 de noviembre de 2013

LA NOCHE QUE PABLO MÜLLER LLEGÓ A BILBAO

 
Noche, Bilbao, 13 de noviembre de 2013 por Pablo Müller

 

Fue difícil entrar en la ciudad de Bilbao.

La noche que Pablo Müller llegó sus puertas estaban cerradas y el portero no hablaba su idioma. Pablo Müller durmió junto al muro, protegido por una manta que le proporcionó aquel hombre. Llamativamente entendió que Pablo Müller tenía frío, pero no que quería entrar.
Al amanecer ambos ya conocían el mismo idioma y Pablo Müller le pidió permiso. El portero jamás negaba el paso a nadie: estaba allí para recordar a los que marchaban que siempre podían volver.

 

Siempre quise nacer en Bilbao.

Pablo Müller nació en Split, en una casa pequeña, en una calle estrecha junto al puerto, pero no hay evidencias de que fuera así. Tampoco de que viviera en Barcelona, o Buenos Aires. No hay memoria de ello, y sin memoria que le reclame lealtades, Pablo Müller pudo nacer en Bilbao años después.

 

Todos nacimos en Bilbao.

La primera vez que Pablo Müller respondió Bilbao, a la pregunta de dónde nació usted, fue frente a un mostrador de una línea aérea en el aeropuerto de Iguazú, Argentina. La rubia azafata de piel transparente y apellido Baum sonrió al escucharlo. Yo también nací ahí, pero nunca he estado, ¿es bonito? No, dijo Pablo Müller, es limpio.

 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA CIUDAD SAQUEADA


Túnel de lavado, octubre de 2013 por Pablo Müller


«contra mis ojos sábana y noche»

Isabel García Mellado

 

En ésta que dicen la ciudad saqueada, a la duda y a la deuda le limpian las orillas las trabajadoras, y dejan los materiales inservibles en las aceras, justo al lado de las oficinas de los prestamistas,

 

en ésta que niegan la ciudad y sus mezquinos ya no quedan bancos tras el expolio y nuestros mayores sin descanso andan, sólo limpia la noche y alguna conciencia,

 

¿sabes? dicen que el cielo que cobija es de duda, y que las deudas firmes se cobran en ojos y en sábanas, que de noche las dudas se refugian en los secretos y en los baños, que todos tienen la deuda insomne y su contraria.

 

Ésta que es la ciudad saqueada comienza a demoler la memoria con los muertos, y en las aceras los muchachosperros celebran la llegada de la pobreza y el frio, aplauden a las escobas sin trazada, elogian el caballaje, se jactan de la mengua de los estambres y del silencio de las aves.

 

viernes, 15 de noviembre de 2013

CENIZA Y MEMORIA

Tunel de lavado, octubre de 2013 por Pablo Müller



«la vida como la muerte

es límite del amor.

Es habitar con la suerte

en sombra de tu dolor.»

Enrique Villagrasa

 A Borja, amigo

Hay algo inevitable en la escritura, a menudo la ceniza se esquina en una línea y aparece una luz. Entonces pienso que lo he logrado, — en la espiral que me muevo paso junto al tronco del dolor — y está sereno como vida y parte.

 

La ceniza, — brasero al escribir la tarde, por ejemplo, noviembre — se queda en los ojos de la sombra — esa inevitable que le sale la luz por los costados — y sombra, ceniza y luz devoran tu poema como devoran la memoria del padre que se aleja.

 

viernes, 8 de noviembre de 2013

CADUCIDAD


Túnel de lavado, octubre de 2013 por Pablo Müller



«Tan importante es

aparecer como desaparecer.»

David Mayor

 

Caduca la madera de los árboles,

— tarde o temprano—, caduca

la hoja, la estación y el año,

caduca el animal incluso

aquel que avisa las mañanas

y los ayeres, caduca el texto

y el obstáculo, la palabra

usada y la exactitud

con la que disponemos

los cubiertos sobre la mesa

donde comerán otros,

— caduca el billete

sencillo, una máquina

dirá si es legible si

te permite franquear la puerta

al viaje —, caduca el refugio

donde pongo a salvo el último

kilómetro antes de llegar

a casa, — caduca la fuga y el

punto del resto, anzuelos

caducan a pesar de la vieja

podredumbre, caduca, — no lo dudo —,

ese papel, este lugar, este

aire que nos respira. Ahora

sufre la palabra, en la estirpe,

en la playa, en la esquina de la

calle, a los restos, a que pases

y te escoja para andar.

 

domingo, 3 de noviembre de 2013

POZO FONDO NOCHE



Hotel, Torrejón de Ardoz, octubre de 2013 por Pablo Müller

«escribir,

resplandecer, con el olor de la tierra,»

Antonio Méndez Rubio

 

Una

eternidad flota

en el fondo del pozo — noche — hotel, polígono,

aeropuerto, una eternidad a punto de su fin, — acabar —,

flota en el reflejo del fondo del pozonoche a la luz de famélicas farolas,

en el final de la factura a falta de abono,

los rastrojos y los baches, el descascarillado asfalto,

que anuncia los finales, tantos, todos,

tantos comienzos,

— mañana —,

desayuno, hotel, tarjeta, el baño solitario,

el único cepillo de dientes, la toalla blanca de todas las pieles

y huir rápido en busca

de la última

gasolinera.

 

Torrejón de Ardoz, 28 de octubre de 2013

 

miércoles, 30 de octubre de 2013

CARTOGRAFÍA Y ANATOMÍA



Viaje de vuelta de Madrid, el 29 de octubre de 2013 por Pablo Müller
 

«entre los canacas el cuerpo es una extensión hacia adentro del mundo, y viceversa, por lo que cartografía y anatomía canacas, si existiesen, serían disciplinas intercambiables.»

 

El lenguaje es una extensión del vínculo que nos une con los extranjeros — los que somos, los que fuimos —, con los muertos, con las estrellas; el vínculo es el luminoso hilo que enseña vida y muerte y las hermana; el lenguaje, si existiese, se explica, comparte ciertas características físicas de la energía; el lenguaje, si pudiese, permite nuestro propio conocimiento. No está tan lejos la física y la psicología, como creen los ingenieros que juegan al básquet en las plataformas petrolíferas del mar del Norte.
 
Dice que la estrella es nebulosa al principio, dice que luego es sol y fuego, dice que a su muerte es el agujero negro donde nos miramos. Nebulosa, fuego y negro agujero cada día que somos.
 

sábado, 26 de octubre de 2013

YA SE VA LA NIEBLA


La Nava, en agosto del 2013 por Pablo Müller


Ya se va la niebla.

 

Lenta.

En la parte del conocimiento

una experiencia se demora.

El duelo por el hijo que no tienes,

temes,

no conoce espacio,

no conoce tiempo la mente,

se ofrece,

en consuelo.

 

Un pájaro pequeño volaba en el interior de la iglesia,

volaba esquivando las cabezas, las paredes de piedra,

esquivaba el hilohumo de los pensamientos,

el sacerdote

elegía con cuidado las palabras justas

para permitir el vuelo.

 

Nadie escucha — palabras pájaros —

 

Mil años. Amagoia. Madre de arriba.

El hijo saca tu lugar de sombra,

— sombra de la mano de la luz —

viernes, 18 de octubre de 2013

LAS MUJERES EN MI FAMILIA HABLABAN DESPUÉS Y DESPACIO

 
 
Mujeres de mi familia, del archivo de Pablo Müller

 
«brindo

por los hombres y mujeres

que van soltando lastre»

Gsús Bonilla

 

 

Las mujeres en mi familia hablaban después y despacio,

y el lugar de sus palabras era la despensa,

los hombres bebían vino,

tomaban café solo y fumaban cigarrillos,

iban a las guerras — las de dentro y las de fuera —

llevaban las palabras de las mujeres para fabricar postas con ellas,

— devueltas en los cuerpos de los pichones —

 

Las mujeres en mi familia hablaban

en los funerales, bajito, de sus hombres muertos,

antes del tiempo de la palabra a la tarde,

y en aquellos duelos, noches, llegaban las sonrisas despacio,

después, para quedarse.

 


Hombres de mi familia, del archivo de Pablo Müller
 
 

miércoles, 16 de octubre de 2013

AIREA HAUTATU DA

 
En Nava, ventana, agosto de 2013 por Pablo Müller




«Airea hautatu da

gero hitzak jarri,»

Bitoriano Gandiaga

 

«Primero escoger el aire

y luego ponerle las palabras,»

(traducción de Luigi Anselmi)

 

Hay una relación biológica entre el acto de respirar

y el habla, hay una relación entre el aliento

y la voz encendida, entre el jadeo, el enfisema y la casa del padre, la palabra madre, aire, dadme aire, sábado,

y ambulancia,

 

Tomo aire y comienzo a hablar, despacio, desde arriba,

y las palabras se reúnen como humo chimenea fogata

y se decantan despacio, sobre piedra.

 

Hay palabras que no bajan. Esperan tu llegada y cambian.

Por ejemplo fe, por ejemplo noche.

No sé cómo se dicen luego. Cambian. Puede ser mañana, puede ser desespero.

¿a ti a qué te llaman?¿cómo dicen se presentan se repasan? Puede ser niño, puede ser miedo.

 

el silencio, el otro lenguaje, tomo aire.
 

viernes, 11 de octubre de 2013

EL TIEMPO ES UNO Y ESTÁ SOLO


Playa de Vares en agosto de 2013 por Pablo Müller


 

«Los niños que no quieren dormir temen

que se les borre la cara mientras sueñan,»

Elena Román.

Destrucción de algunos tópicos sobre lo incierto.

 

el tiempo es uno y está

solo,

cobija el dolor — justo

cuando comienza a ser un pensamiento,

el último ladrido del perro del vecino,

el loco que come pasteles, los últimos,

entre la algarabía de los niños sin sombra,

las últimas tardes largas del año,

no querrán dormir — temen

que la cara se les borre cuando sueñan,— temen

la voz de las mañanas del invierno:

qué tiempo curo qué a quién sin el abrazo

confuso, compasivo día en la playa y el silencio

ruidoso del mar.