«brindo
por
los hombres y mujeres
que
van soltando lastre»
Gsús Bonilla
Las mujeres
en mi familia hablaban después y despacio,
y el lugar
de sus palabras era la despensa,
los hombres
bebían vino,
tomaban
café solo y fumaban cigarrillos,
iban a las
guerras — las de dentro y las de fuera —
llevaban
las palabras de las mujeres para fabricar postas con ellas,
— devueltas
en los cuerpos de los pichones —
Las mujeres
en mi familia hablaban
en los
funerales, bajito, de sus hombres muertos,
antes del
tiempo de la palabra a la tarde,
y en
aquellos duelos, noches, llegaban las sonrisas despacio,
después,
para quedarse.
Hombres de mi familia, del archivo de Pablo Müller
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Guardado en el cajón de las cosas buenas. Me encanta.
ResponderEliminarMuchas gracias Elena. Encantado de compartir un hueco en ese cajón.
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