En Nava, ventana, agosto de 2013 por Pablo Müller
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«Airea hautatu da
gero hitzak jarri,»
Bitoriano
Gandiaga
«Primero
escoger el aire
y
luego ponerle las palabras,»
(traducción de Luigi Anselmi)
Hay una relación biológica entre el
acto de respirar
y el habla, hay una relación entre el
aliento
y la voz encendida, entre el jadeo, el
enfisema y la casa del padre, la palabra madre, aire, dadme aire, sábado,
y ambulancia,
Tomo aire y comienzo a hablar,
despacio, desde arriba,
y las palabras se reúnen como humo
chimenea fogata
y se decantan despacio, sobre piedra.
Hay palabras que no bajan. Esperan tu
llegada y cambian.
Por ejemplo fe, por ejemplo noche.
No sé cómo se dicen luego. Cambian.
Puede ser mañana, puede ser desespero.
¿a ti a qué te llaman?¿cómo dicen se
presentan se repasan? Puede ser niño, puede ser miedo.
el silencio, el otro lenguaje, tomo
aire.
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