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miércoles, 28 de febrero de 2018

GRAVEDAD UN POEMA DE FLORENCIA FRAGASSO




GRAVEDAD


Yo en la cocina muevo cosas
M en su pieza con sus ninjas
B en el living flota en ese silencio texturado
que casi parece oírse
cuando se pone a dibujar,
vos en la compu protegido.
Somos cuatro galaxias navegando
dentro de la casa
cuatro galaxias despegadas
de sus respectivas materias estelares.
Los hilos invisibles que nos conectan
son fuertes y flexibles
pueden tomar formas insospechadas.
La casa cambia de rol una vez más
y de nave nodriza pasa a ser, con su voz
de experiencia,
la que cuenta los cuentos.



Florencia Fragasso
Superpoderes
ediciones liliputienses


lunes, 26 de febrero de 2018

COSPEDALES UN POEMA DE GATA CATTANA




COSPEDALES


Te vas y me aparecen Cospedales.
En serio.
Miles de ellas esparcidas por toda la ciudad,
bien repeinaditas, con falda por la rodilla
y pendientes de perla.

Y me tiro cosa de un mes
escribiendo mierda insustancial en diferido,
en forma, efectivamente de simulación
o de lo que hubiera sido en diferido,
en forma, de noticia pasajera,
de anécdota, de suceso,
de lista de la compra
y de prospecto.
En serio.

Te vas y me aparecen Gallardones
con la mueca inquisidora
y el discurso de mi abuela,
persiguiéndome los gestos,
los derechos y las metas,
señalando con el dedo
y escupiéndome por puta.

Y mientras todo esto pasa, mi amor..
mientras todo esto pasa
Rouco Varela se frota las manos.
Se frota las manos y otra cosa.

Gallardones y Roucos Varelas
se me aparecen, ¿Te lo puedes creer?
En serio, desde el púlpito,
con oscuras sotanas y cuernos y rabos,
frotándose las manos y ya sabes...

Mirándome como si fuera la Eva
más impura por los siglos
de los siglos,
la Magdalena no arrepentida,
la Hipatia de Alejandría,
la Juana de Arco o la Mónica Lewinsky.

Y me parece que por todas ellas
me condenan y me parece que es justo.
Y voy a la hoguera con pasito pequeño.
Así todas las noches.

Te vas y me aparecen Montoros
y otros tipos de torturas,
y reformas laborales
y nuevas esclavitudes
y medidas necesarias
para los tiempos futuros,
que se auguran, como poco,
peores, mi amor, peores.

Te vas y toque de queda,
y ley mordaza, y nueva censura,
y me preocupa.
Me preocupa que cuando vuelvas
ya esté prohibido ser yo
y no quede ni la mitad de lo que fuera,
cuando tú estabas.

Me preocupa
que ocupen la ciudad las tropas
de Cifuentes,
y de Cospedales,
todas bien repeinaditas
con falda por la rodilla
y sus pendientes de perla.
En serio.

Y esto es lo que pasa siempre,
absolutamente todas
y cada una
de las veces
que te vas.


Gata Cattana – Ana Isabel García Llorente
La escala de Mohs


viernes, 23 de febrero de 2018

UN POEMA DE IÑAKI ECHARTE VIDARTE




es de día pero es de noche
es verano pero llueve
dices que sí pero no quieres
me quieres pero me ignoras
la vida es bella pero es horrible
vives pero mueres
en fin
paz
y después
gloria (fuertes)



Iñaki Echarte Vidarte
Optimístico




miércoles, 21 de febrero de 2018

UN POEMA DE SIN COBERTURA DE SARA HERRERA PERALTA




19:52


Vagar por la penumbra es conquistar
todos los seres de tus calles
y hacerlos míos.

Hoy no veo el hormiguero gris.

Cuando el sol se cansa en tardes
como ésta,
las linternas y tus rostros
se parecen al cuscús
de la mesa principal.

Amo la vida en movimiento.

Retomar tus plazas, tus esquinas,
con luz anaranjada que se apaga.
Ahora debemos quedarnos quietos.

Un buen retrato se queda perenne
en la memoria selectiva.

Voy a ser tu mejor fotógrafa.

Marilyn Monroe guinándote un ojo,
espiche del pozo de tus dudas.

Con exacta quietud un hombre me vigila.

Sobrevive.



Sara Herrera Peralta
Sin cobertura
La Bella Varsovia


lunes, 19 de febrero de 2018

NIEVA EN LOS ESTERCOLEROS UN FRAGMENTO DE ANTONIO GAMONEDA




Nieva en los estercoleros y en las tumbas, nieva en los páramos
        agrarios, nieva especialmente en los ojos de Jorge.
Y yo huyo,
huyo de la nieve.
                           Huyendo,
he llegado a un lugar sin preguntas, sin mendicidad, sin inclemencias; deshabitado de pájaros; deshabitado asimismo de los mansos uncidos animales amados. No hay tumbas ni edificios, no se oyen nunca los grandes mugidos, no hay temblor
ni enfermedades ni salud, no hay
agua ni sed, nada tiene
valor ni sentido.
                                   ¿Qué hacer?
                                                                 ¿Qué hacer yo mismo, yo también
animal
uncido y amado?


Antonio Gamoneda
La prisión transparente
Vaso Roto Poesía


domingo, 18 de febrero de 2018

TRES POEMAS DE EL CUADRO DEL DOLOR DE ANA CASTRO





HERENCIA


Los nacionales entraron en el pueblo.

A Ella le invadió un miedo atroz al entrar en casa
y ver cómo el perro se abalanzaba sobre ella.
Se sucedieron volantes, fotos antiguas, años de resistencia,
su padre muerto, vestidos de lunares, otros
perros más grandes,
un madrecita, que me quede como estoy.
A su hermano lo arrastró de la oreja a casa.
Después vino a buscarme a mí,
porque creyó que me llevaba el hombre del saco.

Quizás fue eso la guerra civil
y no lo que contaban en las noticias.

Ahora sé que las fobias son hereditarias.



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CICATRIZ


Cicatriz es mi poema,
porque me han abierto del derecho y del revés,
y me han vuelto a cerrar
y a abrir de nuevo
para palpar aquí y allá,
como hacen las niñas que juegan
a ser doctoras y poco a poco palpan,
introducen sus dedos y reconocen
un corazón, un útero, un hijo.
Así, así han dispuesto de mí,
como la abuela debió hacer algún día
con la muñeca de trapo
que se perdió entre la guerra y la mudanza
y apareció en el patio y luego
yo volví a perder. Así,
como posar los dedos, apretar suavemente el fieltro
e introducir las yemas en el vientre
para ver que sólo hay algodón.



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CUCARACHAS


Casi como una plaga,
el dolor invade el cuerpo.
Cualquier resistencia de la epidermis
no queda sino en hematomas y algún
sangrado leve.
El grito y un cortaúñas que devuelve las células
muertas a su lugar: el suelo.
Y allí, ellas juegan con mis cucarachas.

Un día la piel aprende y ya no supura.
Entonces, acontece el silencio.

Los ojos se quedan oscuros
y periódicamente sobreviene la náusea.
Las cucarachas pasean entre las cicatrices
y buscan alimento, más allá de la ducha.

Luego, cuando el corazón deja de preocuparse por bombear,
las cucarachas mueren.

Los temblores parecen algo fortuito,
pero no. El dolor no se reabsorbe.



Ana Castro
El cuadro del dolor



sábado, 17 de febrero de 2018

TRES POEMAS DE IZASKUN GRACIA QUINTANA




puedes gritárselo al alba porque todavía estamos solos
a pesar de los kilómetros y los días a nuestra espalda
aún no hemos hallado refugio y nos resbalan en esta tierra los pies sin cimientos
las ganas de encontrar lo que inconcediblemente no buscamos
como si intentáramos aprender un idioma nuevo cada jornada
como si
cobardes
no fuéramos más que una compañía intermitente al amparo de lo desconocido


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será tu marcha silenciosa y repentina
y nos sorprenderá con las manos manchadas de otros asuntos
como si por anunciado nos hubiéramos olvidado de esperar lo obvio
como si la ausencia de enfermedad no reportara otro vacío
y permaneciéramos ufanos saciados de una existencia que nunca fue nuestra
prometo velarte cuando llegue el momento y dedicarte las horas que me faltaron
no cubriendo mi deuda pero sí demostrando que siempre te tuve
que corres por mis venas más de lo deducible
y tu presencia en mí no es sólo un recuerdo a narrar a los que se acercan

a Julia, mi abuela                       


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tu silencio es mi descanso
el bálsamo que aleja los males y relaja la guardia en este reino de trincheras
donde la palabra es sinónimo de mentira
y su omisión esconde traiciones no desveladas
tu silencio es síntoma de mis desvaríos
de mandíbulas desencajadas por el cansancio de lo falso
y la invención agria pegándose a la lengua
al despertar cada mañana con un amargo sabor de genocidio en el paladar



Izaskun Gracia Quintana
despertar lloviendo



lunes, 12 de febrero de 2018

CUATRO POEMAS DE SELECCIÓN NATURAL DE AMAIA VILLA




SENTENCIA


La vida es como un péndulo.
Oscila tenebrosa en busca de equilibrio
entre luz y dolor, placer y llanto.

Te partirás las uñas
pretendiendo que pare
en la orilla benévola,
tejerás dioses pálidos, testigos
de nirvanas de amor incandescente,
crearás dulces trampas para evasión de culpas.

Pero tu resistencia será inútil:
si llega la quietud, es que estás muerto.



CONDENADA


No conoces su magia ni su espanto,
pero el mortal diluvio
del dueño de la vida, el huidizo amor,
te asaltará muy pronto irreductible.

Con su vital desorden, su magnético caos,
marcará tu destino y tu memoria,
te dejará sin suelo y sin cordura
y sólo quedará la enorme certidumbre
de que nunca podrás volver a ser la misma.



INMERSIÓN LINGÜÍSTICA


Aprendí cuatro normas
de tu raro lenguaje,
y me lancé con párvula inocencia
a garabatear
mensajes en tu espalda.

Me entregaste aprobados y tachones,
mayúsculas, cursivas y negritas,
y a fuerza de paréntesis deduje
que no entiendo tus puntos suspensivos,
ni ese complejo argot de tus calladas haches.

Sé que me faltan horas
de lenta y sustancial caligrafía,
a dos manos y en ti,
pero cuando la tinta
se enreda con la piel,
descodifico besos entre líneas y márgenes,
y no puedo evitar
que me tiemble la letra cuando escribo tu nombre.



LIBERTAD REVISADA


No hay bandera que valga un sólo muerto.
No hay fe que se sujete con el crimen.
Enrique Gracia Trinidad


No creo en una libertad
que mata
a quien piensa distinto.

No creo en una libertad
que exige
inflexible, radical, rígida.

No creo en una libertad
que subyuga
a golpe de fusil, dictadura o bomba.

La libertad en la que creo
es capaz de hacerse preguntas
y escuchar otras verdades,
de pedirse cuentas a sí misma
y enderezar el rumbo equivocado,
de construir con ladrillos de paz
vestidos de diferentes colores.

No me vendáis una libertad
que aplaude grilletes ajenos.

Nací libre por derecho propio.


Amaia Villa
Selección natural
Raspapook


domingo, 11 de febrero de 2018

PRESENTACIÓN DE SELECCIÓN NATURAL DE AMAIA VILLA


«‘Selección Natural’ es un libro que no parece un primer libro. Un poemario consistente, arriesgado, que transcurre al filo de lo políticamente incorrecto, tanto en el fondo como en la forma. No es Amaia Villa una poeta que gusta de ir por caminos trillados y se nota.»
del prólogo de Itziar Mínguez Arnaiz



sábado, 10 de febrero de 2018

TRES POEMAS DE MIGUEL ÁNGEL CURIEL





Olas

Contar olas
hasta que
ya no tenga
sentido
contarlas.
¿Para qué
las contabas?
Para ser ellas
y no ser en mí.



Lumbre en la arena


De niño subía arena a casa.
Esa arena, esa niñez
son ya lo mismo.
Solo arena,
y esa arena no cae,
no se hunde, no pesa,
no desaparece.

En verano bajaban de la montaña
hombres cargados de nieve
y la vendían.
¿Qué es que no es?
El leño arde despacio para no quemarse.
Concentra la luz sobre sí mismo.
De niño me oscurecí así,
viéndolo quemarse,

Siempre el mismo leño,
la misma encina.



Habitación de hospital

Plasencia 28 de febrero de 2010

Se muere boca arriba.
En los techos de nieve sin pisar.
El único copo va al ojo.
Es más hermoso ver nevar,
la lluvía solo emociona.

Ella canta en un lugar vacío,
recién pintado.
No se puede fumar,
no se puede hablar,
no se puede comer,
no se puede silbar.
Ella canta ahí después de comerte,
de fumarte, de cantarte.
No se puede silbar
en ese habitación blanca
que da al mar.


Miguel Ángel Curiel
El agua (poesía 2002-2012)
Tigres de Papel