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viernes, 20 de septiembre de 2024

ESTRELLA SIN HABITANTES DE ALICIA LOUZAO EN CABEZA DE FAMILIA

 






ESTRELLA SIN HABITANTES




Dicen que la calma viene cuando hablas hacia arriba

que te escuchan las estrellas.

Yo creo que si fuera una estrella tendría cosas

más importantes que hacer

como investigar la cara de la luna o barrer la

porquería. Probablemente me daría igual inspirar

a los modistas y alumbrar la noche de los

delincuentes y de los enamorados porque estoy

muerta y en fin tengo otras cosas que hacer.

Aconsejan que hables con la voz baja,

muy erguida

sosteniendo las palabras en el aire

que te escuchan las estrellas.

Que te escuchan tu padre y el padre de Jorge

Manrique y todos los padres que lo fueron y que

ahora navegan en un polvo de lluvia y planetas y

pienso en mi padre hablando con Aristóteles o

con Hipócrates y su fuera más pequeña eso sería

un alivio.

Pero creo que estas cosas no suceden.

Que él se quedará aquí en el pecho prendido y en

las fotografías manchadas de huellas dactilares.

Muchos hombres que recibieron la curación

necesaria comiendo tranquilos un desayuno de

proteínas y sólo yo pensando en las estrellas y en

que tiene otras cosas mejores que hacer.

Todos los padres en una reunión sobre lo que

somos los hijos en la tierra. Los fracasos en el tenis.

Los nietos como regalos de Navidad en paquetes

pequeños de sangre y saliva.

Todos los padres sobre la misma estrella.

Y yo que ya no creo que estas cosas suceden.

Si fuera más pequeña sería un alivio.

Pero él ya me lo dijo una vez viendo pasapalabra:

Escucha atentamente. Qué había antes.

Nada.

Ya sabemos desde hace tiempo que las estrellas

están muertas.




Alicia Louzao

Cabeza de familia


Lastura


jueves, 19 de septiembre de 2024

TARANTELLA DE BEGOÑA M. RUEDA EN EXITUS

 






II. TARANTELLA (EN ALGUNAS PARTES DEL SUR DE ITALIA SE CREE QUE BAILARLA SOLO SANA LA LOCURA)




Entonces colocarán un espejo de plata boca abajo

sobre mi pecho.

Cerrarán mis ojos y comprobarán

por última vez mis muñecas. Alguien se santiguará


y mi muerte tampoco impedirá que continúe

creciendo la mala hierba ni mi muerte impedirá que

continúen las mareas que engullen hombres ni tampoco

se notara, en modo alguno, mi ausencia ni acabará

el mundo cuando se apague la luz

en mis ojos ni me llorará mujer alguna ni quedará nadie

que recuerde mi nombre en cosa de diez años ni

habrá servido de nada haber aguantado

tanto todo aguantar todo y tanto no

habrá

servido

de nada.




También se les lleva flores a los vivos.

También se reza por ellos. También.

Se besan sus fotografías

como se besan las de los muertos.

A pesar de que nos abandonan

guardamos las blusas, el reloj

y la caja de cigarrillos que se olvidaron en casa

y las planchamos y lo seguimos

guardando todo en la mesita de noche

como si fueran a regresar. Como a los muertos

se les anhela pasados los años. Se les recuerda

jóvenes aún, como hace tiempo

dejaron de ser y todavía

nos sabemos sus números de teléfono y cuándo

deberían cumplir años.


Se llora por los vivos. Mucho. Como por los muertos.

Nos parece verlos entre la multitud. Incluso

nos acercamos a saludarlos pero

no son

hace tiempo

que ya no son.




Arrastro mi pena y me miro

en el sol verde de todos los espejos.

Sólo quiero escribir

del cuerpo desnudo y su ceniza.

Acaso

también de insectos. Cuando muera

no será la primera vez que haya muerto. Una vez

me enterraron desnuda. Mi cuerpo. Mis cenizas.

Insectos. La piel se hace hilo. Acuden las moscas.

Fuimos rocas en una época noble.

El mar

sigue siendo

la más bendita de todas las oraciones. Sigue siendo


tan mortal como nosotros.





Begoña M. Rueda

Exitus


Editorial Pre-textos


miércoles, 18 de septiembre de 2024

PERO LA BELLEZA ES UN INVENTO DE LA ESPADA DE JORGE M. MOLINERO EN UN PAÍS DE SED

 





PERO LA BELLEZA ES UN INVENTO DE LA ESPADA



Los muertos venían encapsulados en murallas

de escarcha. Aquella primavera desecó el Pacífico

y ninguna mueca recordaba el idioma de la ternura.


Cogimos lascas de hielo para brindar con Borgoña por un mundo

nuevo. ]

El frío a deshora mató cada árbol :dejó sal en los surcos de la tierra.

A falta de fruta desmembramos los cuerpos :ya no eran

desaparecidos]

:nos ofrecían su sabor el aroma a cada brindis por un futuro mejor

:olía a pescado rancio.

El dictados cruzó sus manos en la televisión. Él tenía

el Borgoña repleto de naranjas traídas de otros calendarios.


La mentira y la paparrucha deshicieron el hielo. Los huesos

de los desaparecidos calentaron los nuestros al convertirlos en

caldo.]


Nada por lo que brindar :el suelo estaba demasiado duro para

la orgía de la sepultura. Fueron devueltos al mar :les robamos

los nombres cuando su carne maceró nuestras copas de vino.

Supimos que la felicidad era imposible dentro de un vaso de cristal

:pronto te quedarás sin aire man :sabes del horror de la ceniza.

Eso me contaba Zurita en la rompiente de Sangrada Soledad que

nos esparcía de nuevo su juego de ceniza.


Era mentira me dijo

un día :los cuerpos yacentes

de Pompeya solo son moldes de yeso.


Y solo sacian su hambre con ceniza.




Jorge M. Molinero

Un país de sed


Editorial Páramo


martes, 17 de septiembre de 2024

CUATRO POEMAS DE MIRIAM REYES EN CON

 








PERO LO INÚTIL

es también parte de lo necesario


eso que practicamos

de abrir el cuerpo y hacerse espacio

es un ir hacia atrás y hacia delante

en el tiempo



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SI UNA VER ABIERTO

el cuerpo lleno se vuelca

que no sea sin querer



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LUEGO NO TERMINA AQUÍ NI EN LUGAR


se continúa infiltrando el cuerpo

para derribar la muralla


se continúa trabajando el signo

para construir lo mutuo



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FRONDOSO EL SENTIMIENTO

sabes que es de día

y más allá de las hojas hay luz

pero no puedes comprobarlo

sin metal afilado y golpe seco

no puedes comprobarlo

sin hacer un sonido de tallos cercenados

sin destapar el olor verde y lechoso de su jugo

que dejas atrás al avanzar

si hay avanzar


tampoco estaría mal quedarse allí

sentarse en el suelo al cobijo de las ramas

y escuchar lo vivo

lo que no necesita machete para entrar ni salir

ni para llegar a ninguna parte:

el cuerpo que se vale de sí mismo

que corta o cava o rompe sin otro instrumento

que se arquea o salta o repta

el muchas veces ágil y veloz

sin zapatillas aladas ni alas de cera atadas a la

espalda

el que se cuelga por entre

y cuando agacha y roza el vientre la tierra

fresca

no sabemos si encuentra el placer imaginado

en los pequeños pezones y el pubis

lo primero que necesito aprender es el

movimiento

lo segundo: el territorio




Miriam Reyes

Con


La Bella Varsovia


lunes, 16 de septiembre de 2024

UN POEMA DE ESTANCIA DE LA PLENITUD DE FERMÍN HERRERO

 






QUÉ oscuro hoy el puerto y qué rabioso

el cierzo. Por contraste, supongo, me imagino

con Thoreau por los bosques de Maine:

alces, lagos y ciénagas, naturaleza

casi virgen y el hombre en ella,

con ella. Aquí la misma soledad,

si bien helada. Es un cierzo legítimo,

pelado, criminal. Andando voy

por el puerto, lo llevo de cara,

pero no puede con mi gozo, radiante.

Me imagino a mi padre, que me arrulla

en su mirada candeal, en su honradez

callada. En el costado de los ulagares

merineros, por un portillo de cercado,

asoma un corzo y, con el paso esbelto,

ventea en su sigilo de espesura.

El cierzo, por la sierra, monologa;

oscuros los caminos. No me arrebatará

el goce, que por dentro voy.

Bajo un cielo purísimo me siento,

miro y miro la piedra como si pudiese

alcanzar su entereza, lo poco que me falta.




Fermín Herrero

Estancia de la plenitud


Editorial Pre-textos


sábado, 14 de septiembre de 2024

TRES POEMAS DE UN AMOR ANTIGUO DE LUISA CASTRO

 






I


Esta tarde padre fui

a la librería en tu busca

estaba llena de gente

y de pronto se vació


no era cosa normal

tanta gente allí comprando

y de repente se fueron

y yo allí sola quedé


y también otra mujer

a quien conocí enseguida

¿sabes quién soy? Pregunté

como si fuese la niña


que preguntaba por ti

y yo el padre que buscaba

la misma que tú subías

en la vespa entre tus piernas


yo rodeada de libros

tú llegando por el Cristo

yo buscándote en las hojas

recién impresas de mayo


¿qué llevo? le pregunté

a la mujer que allí estaba


y ella me dio un buen consejo


lleva lo que nadie lleva

los poemas de enero

el mes en que murió tu padre

aún se están escribiendo




II


Enero en que todo empieza

debajo de su manto frío

dijo mi nombre temblando

y no me reconocí

su nombre me pareció

el de otra mujer no el mío

eras tú padre que venías

que me estabas esperando

en los versos de Olga Novo

en los libros de Chus Pato

en los ojos de Lupe Gómez

te vi llegar en Santiago




III


Te vi llegar por el Cristo

te vi llegar por la Francia

yo de pie en tu vespino

y mi hermana a tus espaldas

mi madre en la puerta espera

y el barco en el carro aguarda

qué miedo tendré ya

a lo que pase en el alba

los tres camino de casa




Luisa Castro

Un amor antiguo


Ediciones La uÑa RoTa


viernes, 13 de septiembre de 2024

TRES POEMAS DE RAÚL NIETO DE LA TORRE EN EL RETRATO DEL URANIO

 





8



No volveré a llamar a un árbol árbol;

lo llamaré cerezo, almendro, puno,

enebro, roble, encina.

Si el destino de un hombre

está en su nombre, ningún árbol se llama solo árbol

sin partirse.

O buscaré el que solo sea un árbol.

Ni sauce ni eucalipto,

solo un árbol que acepte con mi fuego consumirse

sin nadie que lo sepa ni lo añore.

Una madera anónima

que ardiera en una anónima fogata

y fuera anónima ceniza que el viento esparce.

Ni limonero ni magnolio

ni higuera ni arce ni raúl,

solo un árbol sin fin que nadie llore.



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28



Un silencio menor, de humilde hierba

creciendo en tierra de gigantes...

¿quién haría entonces daño a quién?

¡Ojalá no pisaran esa hierba!

El guardián piensa

en un arco tensado y en un ciervo

que pasa distraído por la hierba y el olvido.

¡Ojalá no pisaran lo soñado!

Pero el ciervo

no elige dónde pisa

ni el guardián la madera de su arco

ni la presa la sangre del charco que se ensancha

en esa hierba y lo refleja.

La muerte se disputa con la prisa

qué salva de su víctima

o qué deja.



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38



Los gorriones se mueren cada día

de un giro inesperado.

A veces uno pasa junto a mí

y entonces soy su casa,

donde no morirá mientras lo miro.

No los matan:

se mueren los gorriones, de inocentes,

de grises, de aire extraño.

Se mueren, como yo,

de ser gorriones.

Pero también se salvan por lo mismo.

(Lo que no puede levantar un hombre

a veces lo levanta un niño).

Ved ahora el gorrión volando

y dadle nombre

y agua para saciar la misma sed

y pan para salvarse de lo mismo.




Raúl Nieto de la Torre

El retrato del uranio


Epílogo de Elvire Gomez-Vidal Bernard


Cuadernos de la Errantía


jueves, 12 de septiembre de 2024

UN FRAGMENTO DE URBE CAPENSIS DE ADRIANA BAÑARES

 






Esta lluvia no permite volver a la infancia

de ningún modo.

No, qué va.

Esta lluvia densa y silenciosa no invita al salto

ni a la risa.

Esta lluvia densa y silenciosa nos somete

nos hace resbalar.

Caemos

una y otra vez.

Caemos.

Y nos deja quietos. A la espera de qué.


Un nuevo fenómeno meteorológico pesa

sobre nosotros.

Sabe entrar en los espacios cerrados.

No se limita a las calles, no.

Este nuevo fenómeno sabe cómo entrar

en la piedra, en la arena, en las casas.

Sabe entrar.


Volvemos a la rutina sin poder escapar de este suciedad

contra la que es imposible guarecerse.




Adriana Bañares

Urbe Capensis


Prensas de la Universidad de Zaragoza


miércoles, 11 de septiembre de 2024

HOSPITAL DE DÍA UN POEMA DE JAVIER GIL MARTÍN EN POEMAS DE LA BANCARROTA

 






HOSPITAL DE DÍA



¿Toda la arena de esta playa quiere llenar mi boca?

Héctor Viel Temperley


el desierto es mi pastor todo me falta

Mario Montalbetti


extraña paz la de este lugar de muerte

extraña luz y extraño olor

que inunda la sala y los pasillos

y llego limpio a mí, hasta mis ojos,

y me anega y me inunda y me somete,

porque el tamaño del sueño y de la prisa

tiene una nueva textura aquí, una textura extraña,

en este lugar,

en este lugar de vida

y muerte,

una textura blanca y lisa.


aquí nada me falta, todo me falta,

tengo

un asiento cómodo y una vía,

una pantalla enfrente

y una gasa con una pequeña gota de sangre

NADA ME FALTA TODO ME FALTA

en este desierto blanco, extraño de luz,

limpio de paz y terso;

y yo floto y nada me falta

todo me falta―,


llega la enfermera, calibra el aparato,

que deja de pitar,

y vuelve la paz, y vuelve,

y todo se anega, y me somete el sueño,

y mis párpados pesan y pesan y pesan,

y mi boca se anega de arena y gasas,

y mis párpados pesan,

todo se ha parado, todo está en el aire,

aquí, en este lugar de vida

y muerte,

todo se ha detenido,

y yo respiro y en cierta manera

no

quiero

salir

de

aquí.




Javier Gil Martín

Poemas de la bancarrota y otros poemas


Espacio Hudson


martes, 10 de septiembre de 2024

¿PUEDE EL MISTERIO SER PERSONA? UN POEMA DE CARMEN PALOMO PINEL EN SER MIRADA

 






¿PUEDE EL MISTERIO SER PERSONA?



Un día empecé a escuchar el mar

se oía día y noche en la lejanía

Rumor entre los muros de mi casa

tan mesetaria

tan candeal y eólica

tan distante del mar

Me puse a ordenar todo

Oía menos del mar si me movía

Dolía menos el mar

si me movía

A veces era arrullo de cuna o de sepulcro

sshh sshh / sshh sshh / sshh sshh

otras veces

era un chirrido al fondo de la vida

que no deja vivir vivir vivir

que no deja

vivir

Pensé debilitarlo entregándome al método

entregándome al método

o al método

Ordené los cajones

limpié el polvo

y el polvo

Y yo

que no sé convocar una isla

y yo que tengo en el vientre salitre y bajamar

y una isla

y tus barcos fantasma amenazándome

encontré una caracola

surgida de mí misma sin propósito

sin anticipación

Era una caracola mi/ pre/ pensable

con la estructura informe de un corazón de espuma

Me la acerqué al oído

para que el mar

el mar

el mar

todo ese mar inesperado

pulso en la caracola


me escuchara.




Carmen Palomo Pinel

Ser mirada


Editorial Pre-textos