Escuela
coral para estorninos
El instinto del pájaro es conocer la mañana
Gwalchamai
Ap Meilyr
El
largo viaje toca a su fin
para
esta bandada de estorninos.
Su
plumaje se ve,
no a
través de prismáticos
en un
lejano horizonte,
sino
aquí y ahora
donde
las batas blancas explican
que los
pájaros recuerdan
sus
viejas canciones.
Recién
salidos de las puertas del sueño
se
despiertan en el alero, canturreando
a los
cuatro vientos,
y la
página del cielo es una hoja
del
libro de himnos de la Escuela Coral,
con su
galería llena para la oración vespertina
y sus
himnos a voz en cuello.
Los
altos aquí
las
sopranos allí
un bajo
profundo de sombras
sol-fa-do, mi, si.
El sol
se unirá al estribillo
con su
propio son.
Y con
su propia voz, Amén, Amén dirá
el Dios
alado.
En el
vuelo de la canción
fluye
inalcanzable
el
himno de la bandada.
Pero si
abres los ojos
verás
un Renacimiento
la
confesión de los pájaros,
la gran
Paloma invisible
demasiado
atenta como para ser oída.
Menna
Elfyn
Bondo
Traducción
de Eli Tolaretxipi
Ediciones
Trea
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