пятнадцать (1)
Los
barcos desaceleran para frenar
se
hunden de a poco; los aviones flotan, caen.
La cima
de la montaña es sólo cima,
el agua
es superficie y el paisaje, difuso.
Las
vistas panorámicas son panorámicas
porque
todo se empequeñece.
Pensaba
en estas cosas mientras esperaba
en el
hospital, el vacío no es propiedad
de
nadie y solo puede crecer
esperé
tanto que las sillas de metal
me eran
conocidas, las puertas vaivén
que
separan la lentitud de la guardia
del
concepto formal de urgencia
decían
algo. Esto es algo que solo puedo
entender
yo. Es casi un sueño
y todos
los caminos para llegar a casa
venden
cosas brillantes, inútiles y baratas
las
sillas de metal en la sala de espera
decían
todo puede florecer
y ni
siquiera tengo hijos
solo
paciencia o inercia, en esta sala
¿cuáles
son las herramientas del jardinero?
preguntale
a cualquiera
un
corazón es solo tierra y el cuerpo
esperé
tanto que por alguna razón
mi
respiración se volvió parte
de las
sillas de metal, del aire que corre
entre
las puertas que dividen
lo
urgente de lo importante, que dividen
el silencio
de los barcos que se hunden de a poco
y de
los aviones que a lo lejos están cayendo.
Josefina
Bianchi
Enredadera
rusa
Ediciones
Liliputienses
(1)
Quince
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