¡Señora de todos los poderes divinos,
luz resplandeciente, mujer justa
vestida de brillantez,
amada por An y Urac!
¡Dueña del cielo, con el pectoral de grandes joyas,
la que ama el buen tocado propio de sacerdotisa en,
la que se ha apropiado de los siete poderes
divinos!
¡Mi Señora, tú eres la guardiana de los grandes
poderes divinos!
Tú has asumido los poderes divinos,
tú has colgado de tu mano los poderes divinos.
Tú has recogido los poderes divinos,
tú has estrechado contra tu pecho los poderes
divinos.
Como un dragón has vertido
veneno sobre tierras extranjeras.
Cuando como Ickur brama a la tierra,
no hay vegetación que resista ante ti.
Como una inundación descendiendo sobre (?) aquellas
tierras extranjeras,
poderosa del cielo y la tierra, tú eres su Inanna.
Enheduanna
(ca. 2285 a.C. - ca. 2250 a.C.)
Palabra de Diosa
44 siglos de poesía
Ana Mañeru y Carmen Oliart
Sabina Editorial
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