Ovejas eléctricas en Siria
no olvidemos que las palabras son
peligrosas
un república podría cobrar vida
con un poema
Virginia Woolf
siempre hay una mañana para el
desastre
escucho en las noticias que EE.UU.
ataca Siria
dejando las prendas de 230 muertos
quietos zapatos a los que hay que
sumar la pena de 230 familias
familias que a su vez arrastran a
otras 230 familias
la muerte global hay que pensarla de
un modo global
por eso pienso en los poetas de un
modo global
como si los pudiera meter dentro de
una habitación
sin techo
ni paredes
en ese cuadrilátero siento la
responsabilidad
de correr contra toda corriente de
guerras
como si fuéramos ovejas eléctricas
que cogen un lápiz
y no dejan de balar
escribir las balas de este mundo
para contrarrestar esa global bala que
es la ira
me queda la palabra
nos queda la palabra
Nuria Ruiz de Viñaspre
Todo se hará público
Ediciones Trea
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