UN PAÍS
PATAS ARRIBA
Un país
patas arriba
de
personas boca abajo
abatidas
por una
infantería de contables
bajo un
silencio impertérrito
que
acalla el deshielo de la calle
donde se
desploman
edificios
flácidos
como
pieles de bebés sin carne.
Un país
patas arriba
doblado
sobre sí mismo
(hecho
un ovillo de hombres)
que se
agarra de los tobillos,
se lame
las heridas con deleite
y sin
anestesia se las cose
con hilo
para los dientes.
Un país
patas arriba
de
ciudades que se marean,
pierden
el equilibrio, caen
sobre
una sombra de vino
y acaban
bebiéndose el sudor
de su
frente y la sangre
en tubos
de ensayo.
Tiene
una pistola de arena en la mano
con la
que se apunta al centro de la boca
y se
dispara un desierto de números
que le
vuela los sueños.
Tiene
una guillotina de afeitar
con la
que cada día se corta el cuello.
Por la
herida le sangra un préstamo,
por la
sangre le corren los galgos
pero la
sangre no llega al río
y el río
se le queda dentro
donde el
pobre muere ahogado
como un
insecto en un charco.
Javier
Gallego Crudo
El grito
en el cielo
Arrebato
libros
No hay comentarios:
Publicar un comentario