Entre Zaragoza y Madrid el 21 de noviembre de 2013 por Pablo Müller
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«Días que oxidan
que enervan que duelen
y saudade profunda
en esta yerma capital del frío.
Mi vida en la penumbra
aún huele a ti
aún huele a ti.
Y mi perra y yo
aullando desesperadamente
a la luna.
Recuerdo ahora
ciertas palabras del Cónsul
en Bajo
el volcán
One cannot live
without love.
Y unos versos
de Pablo Casares
Tantas
formas
hay
de vivir
como
de morir.
Pero
sólo una
de
sobrevivir:
resistiendo.
Justamente
en ello estamos.»
Vicente Muñoz Álvarez. Animales perdidos.
Vicente Muñoz Álvarez escribe Animales
perdidos en tres actos: infierno, purgatorio y cielo, su itinerario con el
amor.
No se puede vivir sin amar dice Malcom
Lowry en Bajo el volcán.
Resistir para aguantarnos la vida como
si fuera la ascua de un trozo de carbón
que nos llega del pasado: fuego de vida que quema, padre, madre y la pena, y la
labor fuera evitar que se apague, — quemándonos, así es la vida que nos oxida
—, y pasarle al hijo en su justo tamaño, peso, y medida, así más tarde sea el
examen: la disección de ese resto entre la ceniza.
Como diseccionamos entre las cenizas
que nos legaron.
Como si no fuéramos sino consecuencias
de un momento de amor.
Hay que poner palabra al miedo, miedo asustado
por el miedo mismo, en guardia, vigía del tiempo restante, tan pendiente de los
que han sido antes que olvido son mi peso y mi salvoconducto.
Salvoconducto para animales perdidos.
Salud Vicente.
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