Lisboa, marzo de 2004 por Pablo Müller |
«El
mundo es rutina y la sorpresa está prevista. Quien se empeña en hacer del
trabajo una fiesta puede teñir de rojo sus días.»
Benito
del Pliego
Nunca el trabajo es fiesta. Mienten.
La fiesta llega cuando el trabajo
acaba. O se interrumpe. Júbilo.
El fracaso es mentira. Nadie dijo que
el triunfo fuera obligatorio. Por cada triunfo que se supone hay dos o tres
fracasos del vecino.
Es verdad que nuestros vecinos son
nuestra gente. Mienten cuando nos dicen que son extranjeros y merecen su
fracaso, como nosotros merecemos nuestro triunfo.
Nos engañan como a esos perros que
enseñan los dientes a los panaderos y mueven la cola a los militares.
¿los fusiles disparan pan?
Mi trbajo no es nada impuesto. Es un placer levantarme y poner en practica mis
ResponderEliminarSueños. Mi conexion en el mundo, como un eslabon mas, mantiene constantes
mis constantes y se que mis necesidades estan cubiertas.
Gracias Cristóbal por tu visita y por tu comentario. Me alegra.
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