Páginas

viernes, 23 de agosto de 2024

UN POEMA DE LOS BARCOS HUNDIDOS QUE TE VISITAN DE ANGÉLICA LIDDELL






Caerse por el acantilado,

el hombre se cayó,

se lanzó a la vista de todos,

estrelló su cuerpo allí

donde la policía buscaba

a la joven desaparecida.

Todo fue casualidad.

Al cabo el mar,

devolvió la ropa por un lado

y los cadáveres desnudos por otro.

¿No deberían ser así

todas las bodas?

Ropa y cadáveres

cada uno por su lado.

Que nos desnude el mar,

debemos rezar

para que así ocurra.




Angélica Liddell

Los barcos hundidos que te visitan


La uÑa RoTa Ediciones


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario