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Había leído en esos días el ensayo Sobre la imaginación de Mary Ruefle. Su conclusión es que no hay diferencia entre imaginar y pensar y que en realidad son una sola cosa. Una mañana uno de los peques anunció que el patio de enfrente estaba lleno de peces. Nos mostró a su papá y a mí por dónde habían salido. Un tronco hueco que se había llenado de agua con las lluvias y se había volcado esparciendo los peces por todo lado. En ese momento pasó el tren y pidió ir a verlo. Fuimos. Después siguió hablando de los peces. Para él no había diferencia entre la realidad del tren, las lluvias y esos peces “imaginarios”. Todo estaba mezclado. Todo es imaginación. Todo es pensamiento. De hecho, los peces se subieron en el siguiente tren y se fueron dirección a Cartago. Dice Ruefle, creo que lo dice así o tal vez me lo estoy imaginando, que es más o menos lo que hizo Gertrude Stein en su poesía.
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1 de octubre
Querido Florián:
Ayer se te cayó el pedacito de cordón umbilical. Alguien nos dijo que había que tirarlo a un río para que te traiga buena suerte.
Hoy te tocan las dos primeras vacunas.
Los días son nublados y lluviosos, así que no hemos podido sacarte mucho al sol. Tu abuela paterna no para de insistir con los baños de sol. Insiste con el sol, en estos días lluviosos.
Te gusta levantar la ceja derecha, como si miraras el mundo con incredulidad.
Tu mamá dice que tu llanto suena como el ruido de una impresora.
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La luz en las fotos de los ochenta
Un domingo entrás
en una de las habitaciones de la casa natal
y sorprendés a tu padre revisando
el albúm de fotos familiar.
La luz que entra por la ventana
es como la luz en las fotos de los ochenta.
Salís en marcha atrás, sin decir nada,
y cerrás la puerta con vergüenza
como si lo hubieras visto desnudo.
Otro domingo, en esa misma habitación,
abre la puerta tu hijo de tres años
y te sorprende garabateando algo.
¿Qué estás haciendo?
Escribo en mi cuaderno.
¿Qué estás escribiendo?
Escribo sobre cosas que irradian belleza y dolor
al mismo tiempo.
¿Son cosas raras?
Tienen ese tipo de luz.
¿Por qué se llama cuaderno?
Jeymer Gamboa
Jardín
Ediciones Liliputienses
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