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sábado, 31 de agosto de 2024

ESTRATEGIAS DEL DESEO DE CRISTINA PERI ROSSI

 






ESTRATEGIAS DEL DESEO




Las palabras no pueden decir la verdad

la verdad no es decible

la verdad no es lenguaje hablado

la verdad no es un dicho

la verdad no es un relato

en el diván del psicoanalista

o en las páginas de un libro.

Considera, pues, todo lo que hemos hablado tú y yo

en noches en vela

en apasionadas tardes de café

London, Astoria, Arlequín

sólo como seducción

en el mismo lugar que las medias negras

y el liguero de encaje:

estrategias del deseo.




Cristina Peri Rossi

Estrategias del deseo


Lumen


viernes, 30 de agosto de 2024

SOMBRAS DEL PARQUE DE JANY PERERA EN PENSAMIENTOS EN LA HABANA

 






SOMBRAS DEL PARQUE


De Blas Otero, Bilbao, 1916

La Habana, invierno de 1964



A veces es raro mirar a un amigo,

contarle historias pensando

en el oscuro corredor donde escribí

mis primeros poemas.

Ahora que los muros ceden

con la impura luz de los espejos

no sé si existo en los mitos o la ironía.

Yo que sobre mí mismo oí el mar

y olvidé las palabras de los nombres

inscritos, sonoros.

Verteré azufre en esta tierra y me iré

a otro lugar, a otro sitio sin tiempo

ni memoria.

Es raro mirar a un amigo, mudar

el disfraz de estos años que cayeron

inexorablemente sobre el vacío,

buscar en las plazas, los cementerios,

los homenajes, los discursos que no sustituyeron

por momentos.

He intentado saludar al viento, hallar un lugar

donde enterrar mis horas y sueños.

Pero invoqué las noches oscurísimas

y me cegó la luz.

Nunca dije toda la verdad, no hable del infierno

al otro lado de las piedras, ni de los barcos

después de la lluvia.

Yo amé de un solo golpe una palabra,

al hijo fiel injustamente castigado entre pliegues

de una bandera, al que no quiso responderme acompañado

por el silencio desconocido de otros hombres.

Todo es dolor y cansancio; a veces

un frío nocturno que cubre toda la vastedad

de estas calles habaneras, al termino de este café,

donde miro al amigo que se va extinguiendo

entre las sombras del parque.

Yo me incorporo y enciendo un cigarrillo

para que los otros rostros que se acercan

a la misericordia de estos versos,

mientras calla dentro de mí el golpe

mudo de la noche.




Jany Perera

Pensamientos en La Habana


Difácil


jueves, 29 de agosto de 2024

UN FRAGMENTO DE PEQUEÑO TRATADO DE AMISTAD HACIA UNA POLÍTICA DE RESPETO DE PALMAR ÁLVAREZ-BLANCO

 






Andújar y Guerrero creen en el potencial humano para una posible transformación de la estructura y del sistema; ambos saben “que el mundo está repartido y no dividido” (49) y por ese motivo ninguno pretende con su herramienta “cambiar el mundo sino hermanarlo (…) como hermana la lectura creando una emoción y un pensamiento colectivos” (49). En este fragmento resuenan las palabras de Shorter al explicar la virtud de la improvisación en la negación de semejantes diferentes que se encuentran en el misterio de la vida. La categoría, el nombre, el relato literal, será la mayor de las trampas porque fija un sentido y un significado sofocando la potencialidad del ser y su querer decir. En un sistema capitalista que cerca espacios, personas y grupos para transformarlos, una vez delimitados, en materia especulativa de mercado, el relato del descercamiento de comunes o de la emancipación resulta peligroso porque tiene la capacidad de inspirar una resistencia ante un hecho impositivo. Andújar, Guerrero, Shorter, Gopegui, Cervantes, Mesa, Bértolo, entre otras muchas voces del panorama cultural contemporáneo, saben bien que le emancipación de esa primera persona plural depende de la interacción de todas las partes enfrentadas en un ejercicio de negociación donde el interés particular ceda ante el bien común.




Pequeño tratado de amistad – Hacia una política de respeto

Palmar Álvarez-Blanco


En complicidad con Belén Gopegui, Esther Bendahan, Sherrie Fernández Williams, Itziar Mínguez, Julia Otxoa, Nayra Sanz-Fuentes, Ellen Mayock, Marifé Bolaños, Natalia Castro Picón, Laura Corcuera y Joaquín Romano.


Otraes (in) surgentes


La Vorágine


miércoles, 28 de agosto de 2024

ANOUAR MAJID SOMOS TODOS MOROS REPENSAR LA OTREDAD EN UN MUNDO CAMBIANTE

 





En 1883 la poeta Emma Lazarus, descendiente de judíos sefardíes, compuso dos poemas que cruzan las grietas históricas entre 1492, cuando los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, estaban dando forma al mundo moderno y el final del siglo XIX, cuando Estados Unidos surgía como una potencia industrial. En ambos periodos históricos, los judíos, fuera de España o en Rusia, eran el grupo indeseable en Europa. En el poema «1492», Lazarus dio un saludo a los inmigrantes que entraban en el Nuevo Mundo que daba la bienvenida a todos sin distinción de raza: «Hola, todos los cansados / ¡entrad aquí! / ¡Donde cae toda barrera antigua que el arte / la raza o el credo o la fila levantó, para respaldar / nefasto estandarte del odio entre corazón y corazón!». Estados Unidos, por desgracia, pronto integró los peores prejuicios del Viejo Mundo. Pero la poeta se mantuvo impertérrita por la historia. En «The New Colossus» continuó imaginando Estados Unidos como un refugio para las «masas hacinadas, anhelantes por respirar libremente», «el desgraciado rechazo de tu costa completa» y «los sin hogar, golpeados por la tempestad» que se acercan a «nuestra puerta dorada», palabras que ahora están inmortalizadas en la Estatua de la Libertad. Los políticos y los ideólogos pueden seguir apelando a las esencias nacionales basadas en etnicidades o razas imaginarias para excluir nuevos grupos de indeseables, pero al final no hay escape al hecho de que somos todos moros, de que todos somo minorías en un mundo de diversidades. Ya va siendo hora de que eliminemos al espectro del moro de nuestra conciencia y abracemos las diferencias que nos enriquecen a todos. Es mucho más sensato empezar a preparar una nueva edad dorada en la que todo ser humano sobre la tierra y toda tradición cultural se abrace con el amor y el cuidado que ahora dedicamos a las especies amenazadas por la extinción. Porque el margen entre la vida y la muerte parece haberse estrechado considerablemente en los últimos años.




Anouar Majid

Somos todos moros

Repensar la otredad en un mundo cambiante


Traducción de Jesús Ortiz


Otraes (in) surgentes

La Vorágine


martes, 27 de agosto de 2024

TIAN 'AN MEN (DISTANCIA DE SEGURIDAD) UN POEMA DE ESTEFANÍA CABELLO EN EL CIELO ROTO DE SHANGÁI

 





TIAN 'AN MEN

(DISTANCIA DE SEGURIDAD)


I


Desde la plaza de Tian 'An Men

se escuchan los gritos agudos de los tambores.

15.000 niños desaparecidos

bajo un gran sol de justicia.

Mejor no hablar para estar más vivos.


Mis ojos y mi cuerpo se agazapan

como un tigre escondido en la maleza;

mis ojos y mi cuerpo que, por momentos,

pretenden no salir afuera más.



II


Cruzas una mirada y te aferras a ella

como un funambulista al que siempre

le han dado miedo las alturas.

Las aceras queman,

cientos de automóviles desorientan tu carne.



III


Cuando consigues recordar,

la sensación es parte del reflejo.

Todas las personas que fuiste no entienden la respuesta,

la fe se apuesta en gestos de personas que no has amado

¿o sí les has amado?―.

Al fondo, intuyes la avenida kilométrica


y la visión de un lenguaje del que nada conoces.




Estefanía Cabello

El cielo roto de Shangái


Bartleby Editores


lunes, 26 de agosto de 2024

EN UNA TAJADA DE SANDÍA CONTÉ 72 SEMILLAS UN POEMA DE NICOLÁS PINKUS EN DIORAMAS

 




En una tajada de sandía conté 72 semillas


pardas, veteadas.

No hay consenso sobre cuántos individuos deben salvarse

para que la especie humana sobreviva a su apocalipsis laico.

72 es un buen número, podría ser otro.

Pero nada tan dulce como una pulpa que se desgrana

entre los dientes de la papila la hipótesis estadística

para quien, lego en la materia, es apenas un ítem de parca

gastronomía y ciencia ficción.

Dicho sea de paso, quién podría ser demógrafo

y calcular la masa crítica poblacional apta

para superar el abismo. Ninguna Universidad introduce el tema

en sus planes de estudio, en los textos fotocopiados con premura

72, 2380, un millón

siempre se redunda en cantidades sin cuerpo

sobre las que nadie piensa,

nadie trabaja.




Nicolás Pinkus

Dioramas


Ediciones Liliputienses


viernes, 23 de agosto de 2024

UN POEMA DE LOS BARCOS HUNDIDOS QUE TE VISITAN DE ANGÉLICA LIDDELL






Caerse por el acantilado,

el hombre se cayó,

se lanzó a la vista de todos,

estrelló su cuerpo allí

donde la policía buscaba

a la joven desaparecida.

Todo fue casualidad.

Al cabo el mar,

devolvió la ropa por un lado

y los cadáveres desnudos por otro.

¿No deberían ser así

todas las bodas?

Ropa y cadáveres

cada uno por su lado.

Que nos desnude el mar,

debemos rezar

para que así ocurra.




Angélica Liddell

Los barcos hundidos que te visitan


La uÑa RoTa Ediciones


 

jueves, 22 de agosto de 2024

TRES POEMAS DE POESÍA CIVIL DE SERGIO RAIMONDI

 




La Naturaleza no es un Banco



Aunque el haz segado de trigo, a la luz última del día,

asemeje su brillo al que tiene el oro, la Naturaleza

no es un banco, y la flexibilidad de la vara no admite

metáfora económica ninguna, salvo cuando restalla.

Y así las grandes cosechas favorecidas por la lluvia

no alcanzaron allá por mil ocho setenta a amortiguar

el déficit provocado por los importantes empréstitos

firmados en Londres que habían permitido extender

el crédito vacante con el que se había creído pagar

la trilladora a vapor. Se importó para exportar, no

para importar más. Un año o dos sin nubes a la vista

y la trilladora urgida de algún repuesto, y el número

ingente de la deuda, blancos huesos, seco el junco

del fisco junto al arroyo seco, una escena romántica,

al azar del modélico destino liberal que copia y copia

como la literatura de sus ociosos, mucho, mucho y mal.



―――――――――――



Cargill & Pound



Según el Financial Times, China estaría dispuesta

a importar cereal y abandonar así su antigua política

de total autoabastecimiento. There is worship

in plowing, escribió Pound, algo así como: “Se adora

al arar”. Y escribió también que Ching Ning, en el dos

mil y algo antes de Cristo, mudó su corte y dijo al iniciar

el mercado un mediodía: Bring what we have not here,

es decir: Traed lo que no tenemos aquí”. Según análisis

de la corporación Cargill, revelados en un encuentro

realizado en mil novecientos noventa y nueve en Shangai:

a. el precio del cereal cosechado en la zona de Jilin

es un treinta por ciento superior al del mercado mundial;

b. el programa estatal de fomento a la agricultura dilapida

mayores divisas de las que habría que pagar por cereal

importado; c. erosión del suelo, deterioro de las reservas

de agua y una amplia destrucción del ambiente constituyen

las consecuencias del obligado cultivo intensivo; d. urge

un plan agrario más eficaz, con reducción de controles

estatales y promoción comercial con otros países y empresas,

a fin de abaratar los alimentos diarios e impulsar y extender

el gasto de la población hacia otros bienes. When the cranes

fly high, think of plowing. Es probable, que, cuando el poeta

escribía, la China arcaica sólo estuviera en su cabeza.

Por ende sólo en su cabeza habría que hallar el alto ciprés

por fuertes muros rodeado, junto a cuya sombra yacen

Fu Hin, quien enseñó a los hombres a cultivar cebada,

y las huellas de esos mismos hombres que aún lo visitan.



―――――――――――



Juan Bautista, el problema del signo

y la reforma financiera

de Martínez de Hoz



Lo que se quiebra hacia mil nueve ochenta,

cuando se interrumpe una vez más el proyecto

industrial en el país y la importación se abre

sin restricción ninguna, es también la ocasión

cierta de una literatura local, podría haber escrito

J.B. Alberdi desde París, quien creyó más valioso

un cuero seco que el más logrado de los poemas

que aquí se pudieran crear en la coyuntura eterna

de poseer un suelo como un mundo y una deuda

del tamaño del suelo. El tema es obvio y moral,

porque la distancia entre un peso y lo que un peso

era en realidad se sostenía en una ficción de fondos

arribados desde fuera y las altas tasas de interés

se constituían ejemplares en un problema de signo

entre los que contaba el fenómeno de una palabra

sostenida en el aire si ningún respaldo cierto.

La actividad poética podría consistir en rever

esa falta de garantías con un depósito en metal

figurado pero habría que ver hasta dónde se da

su autonomía con respecto al mercado, porque

descontadas raras salvedades, cualquier poemario

de la época permite colegir indicios suficientes

del sistema imperante: aparato productivo ocioso,

libre afán de especular en la ilusión hipotecada

del crédito ajeno, despreciado el trabajo, instalada

la corrupción como hábito y ley en la sola práctica

lícita de un sentido ya vaciado ya valuado de más.




Sergio Raimondi

Poesía civil


Ediciones Liliputienses


miércoles, 21 de agosto de 2024

SUPOSICIONES ACERCA DE MICHAEL LENTZ 2 DE NORA GOMRINGER EN MANTIS RELIGIOSA

 




Suposiciones

acerca

de

Michael

Lentz

2


Michael Lentz no tiene gato. Alimenta al gato de alguien.

Que le regala siete vidas: alguna de ellas paralelas.

Hay días en los que suspira.

Hay días. Hay suspiros.

Michael Lentz observa el poema, el rumbo, el campo y el sol.

El poeta se protege con factor de protección solar: del lenguaje culto.

Michael Lentz se pone límites. Hay que saltar sobre ellos con piernas largas.

Escribe con alegría: ensancha la mente.

Michael Lentz sigue usando zapatos de punta. Caros, italianos.

El mundo los ve y aplaude. El poeta es su propio modelo.

Michael Lentz recita poemas de Eugen Gomringer.

Michael Lentz tiene un gen para la concreción. Gomringer adopta a Lentz.

Lentz es el hijo número 8. La herencia se divide, pero jamás desaparece.

En verano, Lentz lleva a un niño en los brazos.

Está listo, hecho a sí mismo, sacado de un árbol al sol, de ahí

un nombre un tanto agrio. Le queda bien al niño, especialmente a la niña.

Lentz desconcierta. Dice que no, y luego tal vez y que podríamos.

Michael Lentz es mi hermano.

El baúl de Lentz en Marbach contiene una rama de olivo. En las carpetas están las escrituras con los pasos a seguir.

El poeta, hace ya tiempo magistrado,

¿qué es lo que quieren? Suspira.

Lentz es inconcebible frente a una caja registradora. Son 3 euros con 87, por favor.

Lentz siempre está, siempre es escenario a su alrededor.

¿Qué hacen menos de 4 euros en un escenario?

Lentz se acuesta a dormir con el idioma y despierta recordando.

Había algo. Quizás era brillante.

Lentz lo escribe. Más o menos. Habla todo el tiempo.

Brillante es una palabra privada de su gen-ética.

A Michael Lentz le gustan esas cosas.

A Lentz no le gusta nada.

El poeta calla, el poeta habla,

A veces está en un andén, otras veces a la luz.




Nora Gomringer

Mantis religiosa


Traducción de Pablo Jofré

Ilustraciones de Benito Valladares


La Única Puerta a la Izquierda


martes, 20 de agosto de 2024

CONDICIONES PARA ENCENDER UNA HOGUERA UN POEMA DE JOSÉ MARÍA CUMBREÑO EN LAS CIUDADES DE LA LLANURA

 






Condiciones para encender una hoguera




Es difícil hacer

que el fuego prenda la leña mojada.

Pero sé que he de secarme la ropa

antes de que oscurezca:

de noche, el agua de los pozos

se corrompe.


Estoy cansado.


Recuerda la ciega hondura

de un estanque cubierto de pronósticos y hojas.

Recuerdo lámparas encendidas

cuyo aceite marcaba

el plazo de los desbordamientos.

Recuerdo el dulzor rugoso de unos higos verdes,

la dignidad de una mesa puesta para nadie.


Recuerdo.


Como el cubo astilla el reflejo

del que al otro lado de la soga

busca qué beber,

así las ramas que arrojo a la lumbre

van quemando

la imagen invertida que gotea

desde mi piel

a mi memoria.


Estoy cansado.

Cansado de tener la obligación

de ponerme a salvo.

Cansado de que encender una hoguera

sea la única forma de volver la vista atrás.


Debí quedarme.


Debí envenenar a aquellos dos ángeles

y comerme sus lenguas.


Quizá todo entonces hubiese sido distinto;

y huir no dependería del tiempo

que tarde en olvidarme de Sodoma.


Sé que he de secar cuanto llevo puesto.

Pero también sé lo que significa

lograr que el fuego prenda en la leña mojada,

conceder que las llamas se alimenten de mí.


Cada vez me cuesta más

reconocer las figuras

que se consumen en el tránsito

de la brasa a la ceniza.


Cada vez soy menos yo

y más el humo que me sucede.


Debí quedarme, sí, debí quedarme.

Debí atreverme a probar de aquel cáliz.

Debí aguardar a que se hiciera de día

brindando por la fortuna

de los que no se salvan en un naufragio.


Todo entonces habría sido distinto.


Distinto.


Recuerdo la sed junto al fuego.

Recuerdo rostros que no recuerdo,

pero que sonríen al arder.

Recuerdo el vértigo de la gota

un segundo antes de ser chispa,

la condición que las ramas imponen

al hombre que con ellas se calienta.


Recuerdo.


El agua de los pozos

lega la noche su quietud de ahogados.




José María Cumbreño

Las ciudades de la llanura


Ediciones Liliputienses


lunes, 19 de agosto de 2024

GAIA UN POEMA DE AINOA LORCA NAVARRO EN PARA UN ALMA DE CÁNTARO

 





GAIA



Presta atención, detente,

bajo tus pies fluctúan masas heterogéneas

de minerales, agua, redes que interconectan

bosques enteros que alzan sus copas hacia el cielo

y crecen según el clima sea ácido o seco,

tóxico, rico o pobre en nutrientes, sus hojas,

sus flores, sus aromas, sus tallos se retuercen,

levantan y transforman su impulso siempre vivo.


O se cuartean, crujen, se agarran a la tierra,

la nutren , la incorporan y evitan como pueden

que se nos desmorone, que nos quede aire limpio,

que el suelo sea un pobre barrido de cemento

con que las carreteras cortan sus largos lazos,

quiebran sus armonías, condenan a sus hijos

a aislarse en detrimento de su propia potencia.




Ainoa Lorca Navarro

Para un alma de cántaro


Difacil


viernes, 16 de agosto de 2024

VARIACIONES SOBRE LA TRISTEZA DE GUSTAVO YUSTE EN LO QUE USO Y NO RECOMIENDO

 





Variaciones sobre la tristeza



I

Meter la mano en el cajón de las aspirinas

y sólo encontrar el blister vacío.

Un nuevo descubrimiento:

ni vos mismo, en el pasado,

te interesa por lo que te pasa ahora.



II

No poder dormir

por esa música de fiesta

que llega de a ratos

gracias a las ráfagas de viento

un domingo de verano.



III

Revisar el correo electrónico

y las notificaciones del celular

de manera casi automática:

ninguno de los mensajes de la pantalla

fue escrito por un ser humano

especialmente para vos.



IV

Alguien detrás de esa persiana,

la única iluminada de todo el edificio,

se masturba con un video amateur

de una pareja que lleva años sin hablarse.



V

La tristeza

es necesitar un consejo útil

y recibir en su lugar

un tupper recalentado

lleno de lugares comunes.




Gustavo Yuste

Lo que uso y no recomiendo


Ediciones Liliputienses