Una mujer sube con una jaula
en la siguiente parada,
en su interior grazna, que no canta,
un extraño pájaro negro
que me escudriña
y me hace sentir culpable,
un sospechoso.
―――――――――――
El tranvía es verde,
verde manzana, verde agua,
no consigo convenir
el tono exacto.
Aparece a lo lejos
por encima del intenso tráfico,
acerca su cabeza acristala
y sin numeración,
sólo el hombre parado a mi derecha
conoce su destino.
―――――――――――
El tranvía hace el trayecto correcto,
cruza la ciudad de un extremo a otro,
me alegra reconocer la ruta
por primera vez,
encaminado
hacia un punto
en el infinito.
Rodolfo Häsler
El tranvía verde de Alejandría
Planeta Clandestino # 247
Ediciones del 4 de agosto
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