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sábado, 16 de diciembre de 2023

UN POEMA DE JUAN MANUEL URÍA EN LA BELLEZA FRAGMENTADA

 




 

V

 

 

El pensamiento y el lenguaje

del pensamiento

y una figura bailando sola en la sombra

del pensamiento,

cuando el creador asume su distancia

y en el espejo se rompe el rostro de la perfección

y dice triste

la voz triste de la esperanza

desde el pecho abierto,

y su mano,

nerviosa,

traza la línea dura,

esa

que converge aún

con la palabra, la posible, la que

dilata el pezón del pensamiento

que se mira a sí mismo

y se eleva

en forma de una ciencia imposible

virtud del poeta

de las transformaciones.

 

Es el cuerpo no obstante donde aún quedan signos

que se trenzan en lo oculto

que es la vida,

belleza inconclusa

siempre,

fragmentada,

que llega a oscuras;

oscuridad

que llega

con una vela en la mano

pidiendo vestido,

calor,

palabra.

 

La historia,

tatuaje en la piel del tiempo

del hombre que piensa y dice

la piedra y la levanta

e impugna así el poder del aire y la posa

y vuela

porque en el ojo del ave es leve la piedra, sí,

un pensamiento vertical,

raíz mineral de la huella

donde la historia enhebra su hilo y cose

las generaciones y

los esbozos

y los fragmentos de una mujer,

entre las estaciones,

con la llegada del sol celebrando

el amanecer del cuerpo,

la llama ondulada del calor

de la prímula

de la que es fuente el pezón (dorado) que estalla

en la boca sedienta del animal.

 

 

 

Juan Manuel Uría

La belleza fragmentada

 

Frontispicio de Antonio Gamoneda

 

Luces de Gálibo Poesía


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