¬(S2)1
No soy
lo que pienso.
El
abismo que atraviesa este cuerpo no se llena con palabras
su sima
nadie la conoce,
ni
siquiera yo, que percibo al tacto su templada hechura.
El origen
se extravió en el estante de las utopías.
No soy
lo que peno.
El
dolor se extiende más allá de esta carne
que se
debilita, universalmente.
Él
encarna la omnipotencia, la infinitud.
Él
humilla
a un logos que rumia una música mediocre.
No.
Soy lo que
pienso.
Las
palabras acunan ideas que gatearán como imágenes.
Y
viceversa.
Y
viceversa si versa.
Y
viceversa de viceversa.
Entre
el Todo y la Nada no hay esguince posible.
El
cráneo opaca la incidencia de otra luz,
y la
rueda que su curvatura esconde.
Es la
harina de mi costal
grisácea
huella
a la
zaga de algún pensamiento.
Una
leve brisa o la lluvia
y la
ceniza se extingue.
No.
Soy lo
que peno.
El
latido duele, pero se olvida.
La
circulación de la sangre duele, pero se olvida.
La
digestión duele, pero se olvida.
La
vibración del tímpano duele, pero se olvida.
La
liberación del sudor duele, pero se olvida.
Duelen
las palabras.
Duele
pensar, cuando se olvida.
Mortiz
Fritz
Pensar
/ Mentir
Ril
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