ZAPATOS
CON NIEVE
No la
inutilidad y el vacío de todo
sino en
cierta manera todo lo contrario
la
eternidad de las cosas presentida
tal vez
a una edad demasiado temprana, amor mío
(la
eternidad, por ejemplo, de una pared
iluminada
por el sol a las diez
de la
mañana, la eternidad
de unos
zapatos con nieve
o de
una simple mancha de limón
en un
mantel de hilo)
la
eternidad, como digo, unida casi siempre
a una
determinada disposición de la luz
ha sido
desde el principio
la
causa de que siempre
me ha
resultado tan difícil
ponerme
en el camino
pisar
tierra.
Pero el
mundo hace tiempo que dejó
la
eternidad a un lado
yo
probablemente estoy perdido
la
verdad es que acepté estarlo
demasiado
temprano
y me
senté a escribir
tratando
de detenerlo todo en torno a mí
mientras
la vida se alejaba
pero tú
no la veas todavía
amor
mío ―la eternidad
de las
cosas― no la veas aún
porque
verla es igual que ver la muerte
en todo
y todo el tiempo.
La
eternidad de ningún modo
te
ayudará a vivir, toca las cosas
y pasa
sobre ellas con toda la alegría que puedas
mas
nunca te detengas demasiado.
Por lo
que a mí respecta
todavía
no soy lo suficientemente viejo
como
para aceptar con una dulce sonrisa
haber
errado en lo único
que
merecía la pena
pero
aunque el asunto ya no tenga remedio
ni
desde luego
pueda
uno presumir al cabo de los años
de
haber entendido una palabra
de este
vano negocio
imagino
que siempre será mejor vivir
vivir
si después de todo eso es posible
estar
ahí,
pensar
que el tiempo pasa
que las
cosas ocurren
que el
mundo existe y tiene su
importancia.
―――――――――――
AL LADO
DE LAS HUERTAS
Veintinueve
de noviembre por la mañana.
Solo,
en el viejo camino de las huertas,
a eso
de las once.
El ladrido
de algún perro, el sonido
de
algún coche lejano, algunos pájaros.
Y el
sol, pálido y vulnerable en el aire frío.
Entonces
me detengo. Me paro de repente
y digo
para mí: voy a pararme un poco,
solo
para saber que puedo pararme cuando quiera.
Voy a
pararme aquí, al lado de las huertas,
durante
unos minutos. Quiero mirar despacio esta luz
de
noviembre, la luz de esta mañana soleada.
Quiero
mirar esta luz y quedarme con ella,
por si
en los días futuros nos faltara.
Por si
la oscuridad llegara a hacerse
demasiado
terrible en los días futuros.
F.L.
Chivite
Una
cuestión de equilibrio
[Poesía
completa]
Luces
de Gálibo
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