EL UNIVERSO ES UNA CASA SIN PAREDES*
Se va
marchando la tarde
y me
golpea el fardo de la ausencia.
A
veces, las cosas pierden sus formas
como si
hubieran sido dilapidadas.
Deja
que te encuentre,
desentristece
me,
porque
alma no es más
que
esta continua niebla de llevarte.
Aunque
sea tan levemente,
hay una
inclinación
en la
noche,
donde
me guardo.
La
noche nos guarece, en lo gris crecemos.
Despuntan
larvas marinas, luciérnagas
en la
diagonal de un nombre
como
alegres saetas.
Me
cubres, y me he dormido.
Envuelta,
la gota lunar de mi sueño
madeja
en su cuenco el miedo y la poma granate.
Envuelta,
me he dormido.
Y he
despertado alegre,
con la
copa en la mano.
Las
manos de un temblor.
Y tu
boca.
Y tus
ojos de ceniza.
Y la
noche―en―presente.
Cómo
nos besábamos,
sin
conocernos, abundantes.
Desconocíamos
el eco
de la
dulzura,
la
turbia
puerta
del alma.
El
sueño.
De la
noche.
Del
caballo.
Traseras,
delanteras.
Traseras,
delanteras.
Movimiento
estable.
Como
tambor cuadrado.
Caballo
quieto.
Fuego
en silencio.
Mi vela
se
consume
en dos,
y yo
soy
lo que
voy a ser.
*. Verso de un
poeta persa anónimo.
Paloma
Bienert
Esta
continua niebla de llevarte.
El
Desvelo Ediciones
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