El
desarraigo en un estado de maduración
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Lo que
distingue un exilio de una mudanza es la capacidad de elegir. Los hijos
pequeños siempre se exilian.
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La
seriedad como escudo frente a la incertidumbre.
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En
algún momento de tu vida, desaparece inexplicablemente un amigo.
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Mi
pesimismo estoico: pensar pésimo como método para contener la euforia de la
vida.
Mi
pesimismo es neurótico: ser pesimista para anular la culpa que acarrea la
felicidad.
Mi
pesimismo es mágico: pensar mal como amuleto para alejar los males.
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Las
obligaciones me insertan en ruedas de hámster. El sospechoso placer que me
produce su pedaleo.
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Hasta
los tres años, los padres vivimos dentro del inconsciente de nuestros hijos.
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Viviendo
dentro de la mente futura de mi hija, en un apartado titulado: «cuando mi mamá
era joven».
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Ahora
leo los miércoles y en los retrasos del tren.
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Metáfora:
dislexia justificada.
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Mi
dislexia es la que crea. La dislexia vital.
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La
fantasía es reaccionaria; la imaginación, revolucionaria.
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El
matiz es subversivo.
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A veces
escribiendo poesía, sin darnos cuenta, nos mandamos mensajes para el futuro.
Eliana
Dukelsky
Electra
destronada
Prensas
de la Universidad de Zaragoza
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